SAN PEDRO SULA, HONDURAS.- Varios equipos trabajan con ayuda de maquinaria mañana y tarde desde la barra del Motagua hasta Puerto Cortés.
La misión es limpiar los 58 kilómetros de playa del sector que desde hace una semana son cubiertos por enormes cantidades de basura y desechos hospitalarios de todo tipo.
Esta problemática que afecta la zona costera de Honduras, fronteriza con Guatemala, es recurrente según las autoridades, sin embargo, desde el 2016 no se registraba un arribo de desperdicios tan grande.
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Ricardo Alvarado, alcalde de Omoa, explicó que hasta el momento han recogido unas 700 toneladas de basura de las playas, pero los desperdicios continúan llegando todo los días a la orilla arrastradas por el mar desde el río Motagua.
“El presupuesto que tiene la Alcaldía de Omoa es poco y todavía tenemos que gastar esos fondos en solucionar un problema que no lo generamos ni nosotros. Hay días en los que invertimos hasta 30,000 lempiras entre maquinaria y pago de personal, es decir, 900,000 lempiras al mes; ese dinero se podría invertir en otras de las muchas necesidades que tiene el municipio”, señaló Alvarado.
El funcionario dijo que tras la autorización para que el municipio avanzara a la fase 1 de la reapertura inteligente, vieron un respiro para la economía de la ciudad, pero con el actual conflicto temen que el turismo se aleje de la zona, tal y como ha ocurrido en otras ocasiones.
“Ya viene el feriado morazánico y los dueños de restaurantes y hoteles tienen esperanzas de levantarse un poco en esas fechas. Esperemos tener más controlada la situación para entonces”, refirió Alvarado.
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