Vestido con una camisa a cuadros, jeans azul, tenis Nike, de barba y bigote al igual que con su cabello relativamente largo, como si no se lo había cortado desde hace unos cuatro meses, así se presentó Santos Arnulfo Padilla Rodríguez, de 28 años de edad, ante el juez con jurisdicción nacional, la mañana de ayer en las instalaciones de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH).
A Padilla Rodríguez se le supone ser el agente policial que disparó contra los dos estudiantes universitarios
Rafael Alejandro Vargas Castellanos y Carlos David Pineda Rodríguez, ambos de 22 años de edad.
Ha pasado más de un año desde que ocurrió el vil asesinato, tiempo que tiene de andar prófugo de la justicia Santos Arnulfo Padilla, quien determinó entregarse a la justicia pero bajo protección del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh). La entrega voluntaria se hizo, precisamente, cuatro días después de cumplirse el aniversario del abominable crimen.
Padilla Rodríguez era un policía activo que el 22 de octubre de 2011 participó en el doble asesinato y que se encontraba como uno de los más buscados por la Interpol de Honduras, ya que estaba considerado como una de las personas prófugas más peligrosas.
Padilla Rodríguez fue radiooperador de la patrulla M1-92 por varios años, vehículo donde se encontraron evidencias de sangre el día en que se realizaron las pesquisas para determinar quiénes fueron las personas que liquidaron a Rafael Alejandro Vargas castellanos y a Carlos David Pineda.
Padilla Rodríguez, originario de la ciudad de Danlí, El Paraíso, tenía nueve años de servicio en la Policía Nacional cuando supuestamente participó en el doble asesinato.
Además de eso, se conoció que estaba bajo investigación por cometer supuestos delitos ligados a la extorsión, sicariato, tráfico de drogas, robo de vehículo y otros.
Ingresa a la FAH
A eso de las diez de la mañana de ayer, Santos Arnulfo Padilla Rodríguez ingresó a las instalaciones de la Fuerza Aérea Hondureña bajo estrictas medidas de seguridad y acompañado de personeros del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), entre ellos su titular, Ramón Custodio, quienes contribuyeron a que se le respete la integridad física como su vida.
En la unidad militar permaneció por espacio de aproximadamente una hora.
EL HERALDO supo por una fuente de total crédito que al momento en que estaba frente al juez con jurisdicción nacional que llegó para participar en la audiencia de imputado, al igual que miembros de la Fiscalía, el abogado acusador y un defensor público, Padilla Rodríguez solo dio a conocer su nombre y edad.
Estaba visiblemente tranquilo, con ojeras, como que si no había dormido en los últimos días y con una apariencia física de una persona normal, que comía los tres tiempos de comida al día.
Después que se realizó la audiencia de imputado y que el juez determinó aplicar la prisión preventiva, de inmediato fue trasladado al Primer Batallón de Infantería donde permanecerá en una celda especial por el término de seis días ya que la audiencia inicial se desarrollará el 1 de noviembre tal como lo estableció el juez que conoce la causa.
Estará aislado
El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, general René Osorio Canales, ingresó en helicóptero a la Fuerza Aérea Hondureña y al salir, a eso de las dos de la tarde, confirmó que el policía había sido trasladado a otra unidad militar, en este caso al Primer Batallón de Infantería, a inmediaciones de la aldea Mateo, Francisco Morazán. “El policía estará en un lugar aislado, con su cama, su servicio sanitario”, explicó Osorio Canales.
Agregó que además “se le sacará al sol para que no vaya a quedar tan blanco, todas esas situaciones normales de los detenidos”. Al consultarle sobre las razones de enviarlos a unidades militares, respondió que se trata de un caso extraordinario y, posiblemente, por aspectos de seguridad se pide apoyo a las Fuerzas Armadas para tenerlos en bases diferentes para que sigan las indagatorias, porque lo que se busca es un juicio justo y que haya seguridad.
El jerarca militar aseguró que en las instituciones militares es donde más garantías hay para tener a un privado de libertad y puso como ejemplo al también policía implicado en el crimen José Rubén Pozo López, quien tiene casi un año de estar en las instalaciones de la Fuerza Aérea y no ha tenido problemas.
“Aquí nosotros somos serios en ese sentido, al menos que sea una banda de delincuentes o de un grupo terrorista de unos 1,200 hombres para tomarse la base, que lo dudo”, expresó el oficial en tono jocoso.
Osorio Canales accedió a dar declaraciones a periodistas que esperaban en la entrada a la Fuerza Aérea a los funcionarios que manejaban el caso del policía Santos Arnulfo Padilla Rodríguez.
Interviene el Conadeh
Después de que se entregó a las autoridades competentes y enviado a la unidad militar, el comisionado nacional de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, anunció a través de un comunicado oficial
que el policía Santos Arnulfo Padilla, implicado en la muerte de dos estudiantes universitarios, se sometió a la justicia hondureña y se acogió a la protección del organismo que él dirige.
Custodio López exhortó a los otros dos policías que andan prófugos y que están vinculados al caso, que se sometan a la justicia y se acojan también a la protección que les brinda el Conadeh para salvaguardarles su integridad física y la vida.
Con la presentación del policía Santos Arnulfo Padilla son dos los implicados en la muerte de los estudiantes universitarios que se someten a la justicia y se acogen a la protección del estatal Comisionado de los Derechos Humanos.
El comunicado urgente emitido por el Conadeh establece: “Una vez más, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, en su lucha permanente contra la impunidad, informa a la opinión pública nacional e internacional sobre la presentación voluntaria, ante la justicia, de otro de los implicados en la muerte de dos estudiantes universitarios”.
En el documento se recuerda que en diciembre del 2011, el agente José Rubén Pozo López solicitó la protección del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos para someterse a la justicia hondureña y el jueves 25 de octubre del 2012, también se acogió bajo la protección del organismo el agente Santos Arnulfo Padilla Rodríguez para someterse también a la justicia y es, por lo tanto, nuestro deber protegerle su integridad física y su vida.
A ambos agentes de la Policía Nacional se les vincula junto al policía Wilfredo Figueroa Velásquez y al subinspector Carlos Geovany Galeas Cruz, en la muerte de los estudiantes Rafael Alejandro Vargas Castellanos y Carlos David Pineda Rodríguez, ocurrida el 22 de octubre de 2011.
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos pide a los otros dos policías implicados en la muerte de los dos estudiantes universitarios, que todavía andan en calidad de prófugos, que se sometan a la justicia y busquen la protección de este organismo humanitario para salvaguardarles su vida.
Pido a los prófugos que se entreguen a la justicia
Aurora Rodríguez de Pineda, madre de Carlos David Pineda,
uno de los dos jóvenes universitarios asesinado en octubre de 2011, dijo sentir satisfacción por la entrega del expolicía Santos Arnulfo Padilla Rodríguez y pidió a los otros dos implicados en el crimen tomar el ejemplo y entregarse a las autoridades.
Señaló que este viernes volvió a recordar nuevamente el momento difícil que vivió el año pasado cuando se conoció la muerte de su hijo Carlos. “Esta persona ha causado mucho daño a mi familia y a otras personas, porque yo sé que él está implicado en otros delitos”, dijo.
Agregó que la lucha continúa y que van a llegar hasta el final, al tiempo que alabó la acción del exagente de entregarse voluntariamente ante la justicia. Hizo un llamado a los otros dos exagentes que se encuentran prófugos porque de esa manera protegerán sus vidas.
“La muerte de Carlos y de Alejandro fue un error de la Policía, pero que gracias a ese error que cometieron se llegó a lo que hoy conocemos, y en ese sentido tenemos que llegar hasta el final, que se cumpla la depuración policial”, concluyó.