Tegucigalpa, Honduras.- La fiscalía anticorrupción acusó este jueves a diez funcionarios y exfuncionarios del Hospital General del Sur en Choluteca y a dos representantes de la empresa farmacéutica Astropharma por su presunta implicación en el desvío de más de 20 millones de lempiras mediante la compra irregular de medicamentos.
Entre los acusados figuran el exdirector del Hospital del Sur, Carlos Alberto González Flores y los exempleados del centro asistencial, Juan Pastor Rodríguez Molina; Hernán Enrique Vindel Mourra (exdiputado nacionalista); Martha Lidia Girón; María Nieves Martínez Cárdenas y Gustavo Armando Avelar Aguilar.
Asimismo, fueron requeridos los exgerentes administrativos de la Secretaría de Salud, Moisés Torres López y Vinicio Monterrosa Samayoa.
La acusación también alcanza al empresario Marco Tulio Gutiérrez Velásquez y a Gilberto Lezama Toro, exsocio y exgerente de Astropharma, respectivamente.
De acuerdo con el requerimiento fiscal, “esta red habría utilizado sus tentáculos entre 2009 y 2012 para desviar millones de lempiras destinados a la compra de medicamentos en el Hospital Regional del Sur, en Choluteca”.
Subraya que “las investigaciones destapan una vergonzosa maniobra en la que exfuncionarios manipularon los procesos de licitación y simularon la participación de otras empresas”.
Presuntamente, los implicados “fraccionaron los contratos para evadir la licitación pública, asegurando que Astropharma S.A. obtuviera 50 contratos de compra y se beneficiara de manera irregular con más de 20.4 millones de lempiras”.
El Ministerio Público acusó que “la magnitud del engaño al pueblo es abrumadora, ya que empleados del Hospital del Sur alteraron actas de recepción y falsificaron registros para encubrir los incumplimientos de Astropharma en los plazos de entrega de medicamentos establecidos en el contrato, evitando una multa de casi L 13 millones y provocando un perjuicio total de L 33.4 millones”.
“Los documentos financieros señalan que la empresa pagó sobornos para asegurar su favoritismo en contratos, evidenciando cómo la salud de los hondureños fue usada como moneda de cambio para beneficiar a un grupo”, señala el documento.