DANLÍ, HONDURAS
Las ganas de superación son más grandes que los obstáculos que deben sortear para recibir el pan del saber.
Sí, los estudiantes del Instituto Polivalente Unión de Oriente de la aldea de Jutiapa, Danlí, llegan incluso a poner en peligro sus vidas al cruzar el embravecido río Hato con tal de llegar todos los días a sus salones de clases.
La caja puente sobre el río hace tres inviernos que fue destruida por la fuerza del agua y hasta hoy las autoridades locales de Danlí no se preocupan por reconstruirla.
Son más de 80 alumnos del centro educativo los que hacen el sacrificio de quitarse los zapatos, cruzar el afluente y calzarse de nuevo ya en el otro extremo del río, que desemboca en el río Guayambre.
“Da lástima ver a un niño que por la mañana pudo cruzar el río y al regreso ya está fuerte la crecida y no lo puede cruzar ni su papá. Muchas veces los hemos pasado amarrados con lazos”, reveló Jorge Sosa, presidente del patronato de Jutiapa.
Los estudiantes de al menos cuatro caseríos: Nueva Coyolar, Gualiqueme, La Villal y La Estacada, ya sea invierno o verano, forzosamente tienen que cruzar el río porque no hay otra opción.
Más de 20 añosde construida tiene la caja puente sobre el río, las autoridades locales demandan un puente hamaca, más idóneo para un río. |
“Esto es crítico, yo camino 40 minutos y hay veces en invierno que no puedo llegar al colegio, al ver la crecida mejor me regreso a la casa y mando excusa al profesor con unas fotos del río para que vea que es seria la situación”, comentó Bryan Córdova, alumno de noveno año.
El colegio está ubicado a 30 kilómetros al este de Danlí y tiene una matrícula de 420 alumnos, procedentes de las aldeas aledañas productoras de granos básicos.
“Nosotros viajábamos en mototaxis, pero con las lluvias las entradas se bloquearon y se han partido por la mitad, ahora no nos queda de otra que atravesar el río para no perder clases y poder terminar nuestro año lectivo”, contó Caty Gómez, alumna del primer año de la carrera de Contaduría y Finanzas.
Por su parte, la maestra Elsy Rodríguez destacó que le han pedido a los padres de familia que si ellos ven la situación de lluvias muy fuertes no envíen a clases a sus hijos, pues la vida de ellos es más valiosa que cualquier clase perdida.
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Alerta y preocupación
Jorge Sosa, presidente del patronato de Jutiapa, dijo que no solo los estudiantes se ven afectados con la falta del puente, sino todo el sector productor de la zona.
“Urgimos de la reconstrucción del puente, al otro lado del río está nuestra producción, las carnes, los lácteos, las frutas, los granos básicos que perdemos de vender”, dijo.
Y es que son al menos 500 familias de varias comunidades de Danlí las incomunicadas por esta situación.
Según Sosa, el gobierno tiene planeado empezar el puente en octubre próximo, cuando el río no deja trabajar por su elevado caudal.
“Si las autoridades quieren ayudar, pues que lo hagan ya que es cuando se necesita. En la administración anterior dijeron que iban a empezar en abril, es decir, en verano, pero fue alegrón de pobre”.
Los aldeanos han clamado por la construcción de un puente hamaca cuyo costo sobrepasa los 20 millones de lempiras, pero, pese a las promesas, la obra aún no llega.