A otra de estas mismas unidades, cuando va de retroceso, le suena toda la transmisión y el sistema de frenos, como latas, lo que no debería suceder porque son nuevos y casi no han sido usados. También llegó un camión de 5,000 galones, el más grande del lote comprado, pero de difícil uso. Uno de estos vehículos fue enviado a San Pedro Sula, debido a su mal funcionamiento en las cuestas de la capital, pero debido a su gran tamaño y altura tampoco se ha implementado en las labores de la ciudad industrial. EL HERALDO consultó a Luis Gustavo Barahona, jefe del Departamento de Diagnóstico sobre estos inconvenientes, quien aseguró que el equipo es de alta gama y los conductores de los bomberos no sabían operarlos y por eso de dañaban, por lo que actualmente se encuentran recibiendo capacitaciones para su uso.