TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La
Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) decomisó este martes varios documentos ligados a cinco líneas de investigación de supuestas compras irregulares realizadas por la
Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) para atender la
pandemia del covid-19.
El portavoz de la Atic, Jorge Galindo, reveló que el decomiso de documentos en Copeco es por las líneas de investigación por la compra de mascarillas, camas para hospital, tratamiento MAIZ, compra de ventiladores y de ‘percoladoras’.
Asimismo informó ya habían solicitado la documentación en reiteradas ocasiones, pero no se las habían proporcionado.
Algunos sectores del país criticaron la prioridad de las compras ya que consideraron que muchos de esos enseres no van de acuerdo a las necesidades de la población, al tiempo que cuestionaron los precios a los que el Estado habría realizado dichas compras.
Por su parte, Gabriel Rubí, quien fungía como titular de Copeco en ese momento, aseveró que los artículos fueron adquiridos con el fin de facilitar la estadía de las personas que se mantienen aislados por sospechas o confirmación de portar el virus y que los precios que circularon fueron proyecciones y no los costos reales.
COMPRA MASCARILLAS: En julio de 2020, el CNA denunció la compra de más de 800 mil mascarillas adquiridas por el Estado para enfrentar el coronavirus, sin la calidad requerida. El equipo de protección personal entregado al personal hospitalario no es apto para uso médico, ni quirúrgico, mucho menos para enfrentar una pandemia.
Mediante el séptimo informe de la 'corrupción en tiempos del covid', el CNA alertó sobre la calidad de las mascarillas adquiridas por Copeco e Invest-H. De acuerdo a la investigación, Copeco compró 335 mil mascarillas a tres proveedores distintos.
TRATAMIENTO MAÍZ: Un perjuicio por más de 4.3 millones de lempiras dejó al Estado una compra de medicamentos realizada por Copeco en medio de la pandemia.
En un millonario contrato, Copeco canceló hasta 23 veces más el valor por cada tableta de azitromicina de 500 mg en comparación con lo que desembolsó por el mismo medicamento la Secretaría de Salud (Sesal).
Las cláusulas del convenio también fueron modificadas para aumentar la cantidad de pastillas adquiridas y pasar de un compra pequeña a una grande.
VENTILADORES: Bajo la titularidad de Gabriel Rubí, Copeco compró 40 ventiladores Breas Vivo 65 a un precio unitario de 387,500 lempiras, y 90 ventiladores Trilogy Evo a un costo de 251,275 lempiras cada uno
Lo anterior hace un monto total de 1.5 millones de dólares, equivalente a 38,114,750 lempiras.
Sin embargo, desde el primer momento los aparatos adquiridos por Copeco resultaron inservibles. Tras ser entregados a ciertos hospitales los médicos intensivistas detectaron que no podían usarse porque estaban incompletos.
El portavoz de la Atic, Jorge Galindo, reveló que el decomiso de documentos en Copeco es por las líneas de investigación por la compra de mascarillas, camas para hospital, tratamiento MAIZ, compra de ventiladores y de ‘percoladoras’.
Asimismo informó ya habían solicitado la documentación en reiteradas ocasiones, pero no se las habían proporcionado.
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Según el Ministerio Público (MP) las compras se hicieron con fondos de Copeco, pero no se tiene ningún tipo de documentación o no han querido proporcionarla a la fiscalía.
Desde el 4 de abril de 2020 -solo días después de haber iniciado la pandemia- el MP empezó a investigar las compras hechas por Copeco.
Compras irregulares
PERCOLADORAS: El pasado 13 de abril de 2020 se reveló que Copeco realizó compras de televisores, comedores, percoladoras, mesas de noche, dispensadores de agua, entre otros artículos, con el presupuesto asignado para cubrir la emergencia nacional del covid-19.Algunos sectores del país criticaron la prioridad de las compras ya que consideraron que muchos de esos enseres no van de acuerdo a las necesidades de la población, al tiempo que cuestionaron los precios a los que el Estado habría realizado dichas compras.
Por su parte, Gabriel Rubí, quien fungía como titular de Copeco en ese momento, aseveró que los artículos fueron adquiridos con el fin de facilitar la estadía de las personas que se mantienen aislados por sospechas o confirmación de portar el virus y que los precios que circularon fueron proyecciones y no los costos reales.
COMPRA MASCARILLAS: En julio de 2020, el CNA denunció la compra de más de 800 mil mascarillas adquiridas por el Estado para enfrentar el coronavirus, sin la calidad requerida. El equipo de protección personal entregado al personal hospitalario no es apto para uso médico, ni quirúrgico, mucho menos para enfrentar una pandemia.
Mediante el séptimo informe de la 'corrupción en tiempos del covid', el CNA alertó sobre la calidad de las mascarillas adquiridas por Copeco e Invest-H. De acuerdo a la investigación, Copeco compró 335 mil mascarillas a tres proveedores distintos.
TRATAMIENTO MAÍZ: Un perjuicio por más de 4.3 millones de lempiras dejó al Estado una compra de medicamentos realizada por Copeco en medio de la pandemia.
En un millonario contrato, Copeco canceló hasta 23 veces más el valor por cada tableta de azitromicina de 500 mg en comparación con lo que desembolsó por el mismo medicamento la Secretaría de Salud (Sesal).
Las cláusulas del convenio también fueron modificadas para aumentar la cantidad de pastillas adquiridas y pasar de un compra pequeña a una grande.
VENTILADORES: Bajo la titularidad de Gabriel Rubí, Copeco compró 40 ventiladores Breas Vivo 65 a un precio unitario de 387,500 lempiras, y 90 ventiladores Trilogy Evo a un costo de 251,275 lempiras cada uno
Lo anterior hace un monto total de 1.5 millones de dólares, equivalente a 38,114,750 lempiras.
Sin embargo, desde el primer momento los aparatos adquiridos por Copeco resultaron inservibles. Tras ser entregados a ciertos hospitales los médicos intensivistas detectaron que no podían usarse porque estaban incompletos.