La experiencia es su mejor carta de presentación. En sus bolsillos hay tijera y peine con la que imponen su sello.
Dos risueños abuelos que están cerca de cumplir los ochenta años de edad cada uno, se han convertido en los ases de las barberías por más de cinco décadas.
Se trata de Francisco López, de 79 años de edad, y don Filiberto Sierra, de 76 años. Estos dos hombres son un ejemplo de trabajo, pues gracias a su constante esfuerzo lograron formar sus familias al grado de hacer profesionales a sus hijos.
Don Francisco reside en el barrio Sipile de Comayagüela y desde hace 53 años se dedica a la profesión de barbero.
Contó que tiene cuatro hijos. Todos ellos son profesionales. Uno de ellos es licenciado en ciencias jurídicas y sociales, otro es administrador de empresas y dos son profesores.
Este hombre, que está a punto de cumplir los 80 años de haber llegado a este mundo, comentó que empezó a trabajar como barbero cuando el corte de pelo costaba 25 centavos, pues de eso le correspondían doce centavos y medio por cada corte que hacía.
Eso ocurrió en el año 1952. Pero ese mismo año, cada corte de cabello subió a 50 centavos, luego a 75 centavos y posteriormente a un lempira.
Este experimentado profesional del corte de pelo trabajó en otras reconocidas barberías de aquella época tales como la Elite y Venecia.
Sin embargo, se desligó de esos centros de trabajo, por lo que decidió comprar su propio equipo con el que fundó hace más de tres décadas la barbería Cosmopolita, que es su actual centro de trabajo.
Recordó que en 1954 compró la primera silla por 700 lempiras en la tienda Garnier.
Esas mismas sillas, al comprarlas en este momento, le cuestan alrededor de 30,000 lempiras cada una.
Sin embargo, lo que más le preocupa es hacer el dinero para pagar el costo de la renta del local ya que es de 5,500 lempiras mensuales.
Actualmente cuenta con cuatro sillas que tienen más de 60 años. La marca es de las más prestigiadas que han existido pues es de origen japonés, de marca Tokyo Takehana Co. Kuramae.
Recuerda que ha tenido clientes por un espacio de más de 40 años.
Entre los clientes que recuerda se encuentran Santiago Chavarría, quien fue secretario privado del expresidente Juan Manuel Gálvez.
Compañero de lucha
Por su parte don Filiberto Sierra, de 76 años de edad, es originario de Pespire y reside en la séptima avenida de Comayagüela.
Este hombre, que ya peina canas, tiene cinco hijos, al igual que los de don Francisco López, todos son profesionales.
Comentó que tiene tres hijos que son maestros, un perito mercantil y un perito industrial.
“Empecé a trabajar en la barbería El Pueblo en el año 64 y estaba ubicada en la quinta avenida de Comayagüela, a inmediaciones de la Escuela Lempira”, recordó don Filiberto Sierra.
Este experto del peine y las tijeras contó que en su época el corte de pelo costaba 50 centavos. “Era complicado el trabajo porque éramos nueve peluqueros y hacer un corte era por turno”, comentó.
Por el trabajo que realizaba, en el día lograba ganar hasta cuatro lempiras, pues de los cincuenta centavos se les daba la mitad, que eran 25 centavos por cada corte.
En ese tiempo, el propietario de la barbería era Juan Durón.
“El trabajo en ese tiempo era muy esclavizado”, por lo que los hijos de don Juan determinaron vender la barbería.
Actualmente, el corte en la barbería Cosmopolita vale 35 lempiras, de los cuales se le paga el cincuenta por ciento.
Otro destino
En algunas oportunidades hacen diez cortes al día, lo que le representan 175 lempiras, que utiliza para llevar el sustento diario a su hogar.
Este experimentado hombre trabajó en la barbería La Social, donde estuvo 15 años.
Debido a que las personas que trabajaban con él se entusiasmaron y se fueron “mojados” a Estados Unidos, se desintegraron y luego vendieron la barbería. Otro de los factores es que fue “empeñada” y cuando llegó el personal del juzgado, les dijeron que otro era el dueño del negocio.
En esa oportunidad, el Ministerio de Trabajo dio un plazo de dos meses para que desalojaran el lugar. Sin embargo, los empleados solicitaron que les dieran tiempo para buscar un cliente para que comprara la barbería.
Llegó una persona que dijo que la compraba por 70 mil lempiras, sin embargo fue vendida por 85 mil lempiras, por lo que los trabajadores quedaron en “la calle”.
Don Filiberto Sierra, aparte de trabajar en la barbería Cosmopolita, que se encuentra ubicada en la sexta avenida de Comayagüela, es decir la avenida Centenario, también laboró en la Cristal, Honduras, La Central y La Social, en Tegucigalpa.
Entre los clientes que recuerda que tuvo hace varios años se encuentra, entre otros: Policarpo Paz García, los hermanos Jorge Arturo y Carlos Roberto Reina Idiáquez al igual que Ramón Ernesto Cruz.