Tegucigalpa, Honduras.-El narcotraficante hondureño Geovanny Fuentes Ramírez presentó ante la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York una moción con la que busca anular su condena de cadena perpetua.
Fuentes Ramírez se juega la última carta, en virtud de que a inicios de este año una Corte de Apelaciones para el Segundo Circuito de Nueva York le confirmó que pasará el resto de su vida tras las rejas.
Desde una celda de la cárcel de Coleman en Sumterville, Florida, el capo de la droga escribió a mano un extenso documento de 34 páginas en el que aseguró que durante su proceso se le violentaron derechos constitucionales.
Afirmó que durante su juicio no se presentaron “suficientes pruebas físicas” que lo inculpen en el delito de tráfico de cocaína.
“No hubo drogas, huellas dactilares ni documentación, solo viajes personales”, aseveró.
El hondureño aseguró que durante su proceso judicial que se dirimió en Nueva York no contó con una defensa adecuada.
“El abogado Avraham Moskowitz no exploró alternativas cruciales. Mi historia habría sido diferente si mi abogado hubiera cumplido con su deber”, subrayó.
A lo largo del documento, Fuentes Ramírez, señaló Devis Leonel Rivera Maradiaga, cabecilla del cartel de “Los Cachiros”, testificó en su contra solamente para favorecerse con una moción 5K1, que es una carta o notificación que un fiscal federal da a un tribunal para indicar que un acusado cooperó en una causa.
Las peticiones de Fuentes Ramírez se realizaron en base a la sección 2255 del Título 28 del Código de Estados Unidos, que se refiere a la custodia federal ya los recursos para impugnar una sentencia. Esta sección permite a los presos federales presentar una moción para anular o corregir su sentencia.
La última palabra la tendrá el juez Kevin Castel, quien determinará si admite o rechaza la petición.
Andanzas en el narcotráfico
A partir de 2009, Fuentes y otras personas, establecieron y administraron un laboratorio de cocaína en el departamento de Cortés, donde producían cientos de kilos de cocaína cada mes.
Él colaboró con otras personas para recibir cargamentos de cocaína enviados a Honduras por vía aérea y marítima, y para transportar la cocaína que producía en el laboratorio.
Asimismo, brindó seguridad a la instalación y para el transporte de cocaína, utilizando guardias fuertemente armados y personal policial y militar.
“En varias ocasiones, entre 2010 y 2013, Fuentes ayudó a coordinar o participar directamente en hechos de violencia relacionados con drogas. En 2012 o aproximadamente en esa fecha, por ejemplo, después de que el laboratorio de cocaína de Fuentes fue allanado por las fuerzas de aplicación de la ley, golpeó y torturó a un agente de aplicación de la ley por creer que estaba implicado en la investigación del laboratorio”, estableció la Fiscalía.
Acusó que el hondureño asesinó al agente disparándole en la cabeza, en un acto que describió como “tiros de gracia”.
También amplió su actividad de narcotráfico sobornando a altos funcionarios públicos hondureños, entre ellos, alcaldes, diputados y al expresidente de la República, Juan Orlando Hernández, con el que estuvo estrechamente relacionado.
