TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El caso de Karen Rodríguez, quien denunció haber sido separada del gobierno por no ceder a chantajes sexuales por parte de Moisés Ulloa, delegado en materia anticorrupción del despacho de Salvador Nasralla, solo es un ejemplo más que se necesitan políticas y manuales que regulen el trato en empresas e instituciones, principalmente hacia las mujeres, para evitar casos de acoso sexual.
Así lo consideró la directora de la Asociación Calidad de Vida, Ana Cruz, al abordar el último episodio de hostigamiento sexual que sale a la luz pública en una oficina del Estado.
Amplió que las medidas deben estar orientadas hacia la prevención de este tipo de violencia sexual, pero también deben estar dirigidas a recibir y acompañar denuncias y quejas de las víctimas, ya que muchos de estos actos se quedan en la impunidad porque los afectados no se atreven a denunciar por el temor a ser juzgados por la sociedad.
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La recomendación de Cruz va en sintonía con el caso más reciente de acoso sexual que ha trascendido en Honduras: el de Karen Rodríguez, exdirectora de Programas del Despacho del designado presidencial Salvador Nasralla.
Rodríguez fue despedida de su cargo, según denunció ella misma, por no haber cedido a las propuestas indecentes de Moisés Ulloa, delegado anticorrupción de esa oficina y mano derecha de Nasralla.
Cruz explicó a este rotativo que el acoso sexual se ha vuelto un fenómeno común en distintos ambientes y lugares como instituciones, empresas y en las calles.
Asegura que en la mayoría de los casos es porque existe una relación de poder donde casi siempre la mujer queda vulnerable.
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Y en una sociedad donde la mayoría de veces las mujeres se quedan calladas por temor a ser cuestionadas por la sociedad, Cruz aplaudió la denuncia de la señora Karen Rodríguez.
“Las mujeres muchas veces no denuncian porque los agresores les dicen que nadie les va creer porque las pruebas son difíciles de presentar”, analizó Cruz.
Asimismo explicó que en la mayoría de los casos los agresores conspiran para que las víctimas queden como mentirosas, no obstante, expresó que desde las organizaciones de mujeres sí les dan acompañamiento.
Sobre el hecho, EL HERALDO intentó en varias ocasiones contactar al acusado, Moisés Ulloa, para conocer su versión al respecto, sin embargo, no se obtuvo respuestas a las llamadas. No obstante, horas más tarde emitió un comunicado donde alegaba inocencia.
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En el escrito lamentó las acusaciones de Rodríguez y aseguró que se somete y acepta la decisión que tome el designado Salvador Nasralla.
“Estoy dispuesto a separarme temporalmente de mi cargo de conformidad con lo que determiné el señor Salvador Nasralla, mientras las autoridades correspondientes ejecutan una aguda investigación, donde se establecerá de manera categórica mi inocencia”, cita textualmente el comunicado.
En tanto este viernes el despacho del designado presidencial de Salvador Nasralla también ha emitido un comunicado donde aclara que a la arquitecta Karen Rodríguez se le separó de su cargo debido a una discusión que ella sostuvo con otra empleada del despacho.
Y en aras de mantener el buen ambiente laboral Rodríguez fue asignada en otra área y por motivos de restructuración fue despedida recientemente.
“Se consideró realizar una reestructuración del despacho, el cual incluyó el despido de Rodríguez, por asuntos relativos a las responsabilidades laborales y en ningún caso por recomendaciones del licenciado Moisés Ulloa”, reza el texto.
Sin embargo ante la polémica informa que el despacho tomó la determinación de suspender momentáneamente de su cargo a Moisés Úlloa por el tiempo en que se realice la investigación.
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Pocas mujeres se atreven a denunciar
El acoso sexual es un tipo de violencia sexual y pese a que es muy común en el país, son pocas las mujeres que se atreven a denunciar, por ejemplo, en el 2021 el Ministerio Público solamente registró 15 denuncias.
El ente recibió 2,089 denuncias por violencia sexual, la mayoría por violaciones, es decir 1,157, y la menor cantidad por proxenetismo, donde solo se contabiliza una denuncia.
De la cifra total antes mencionada 432 casos procedieron al Juzgado de letras y 79 tuvieron una sentencia condenatoria.
En tanto 235 casos fueron ingresados al Tribunal de Sentencia, donde 9 casos fueron resueltos mediante una sentencia condenatoria, según lo reveló el boletín más reciente del Observatorio del Centro de Derechos de la Mujer (CDM), publicado el 20 de junio de 2022.
