No llegaron a tiempo
Nueva York, Estados Unidos
Rivales en la campaña presidencial, Hillary Clinton y Donald Trump se tiran con munición gruesa. Pero son viejos conocidos que se codeaban en los mismos círculos de privilegio.
El magnate de los bienes raíces que construyó una fortuna en Manhattan, y la exsenadora por el estado de Nueva York (2001-2009) se movieron por los mismos círculos que mezclan dinero, política y celebridades.
Trump, favorito en las primarias republicanas, vio cualidades en Clinton e hizo donaciones a su campaña al Senado. Ella fue invitada al tercer matrimonio del magnate en Palm Beach, Florida, en enero de 2005.
Bill Clinton, que fascinó a Trump durante años, también estuvo presente en la suntuosa recepción para 400 invitados en Mar-a-Lago, la opulenta residencia del multimillonario en la que Michael Jackson pasó su luna de miel con Lisa Marie Presley.
Los vínculos de Trump con los Clinton se remontan a la presidencia de Bill, entre 1993 y 2001. La biblioteca presidencial del exmandatario se dispone a publicar esta semana unas 500 páginas de documentos sobre Trump, incluyendo notas con saludos de cumpleaños enviados por Clinton al magnate e invitaciones a la Casa Blanca.
En 2001, cuando los Clinton dejaron la Casa Blanca, Trump sugirió que se mudaran a uno de sus rascacielos en Manhattan, pese a que la ex pareja presidencial había comprado una residencia en Chappaqua, en el norte del estado de Nueva York, años antes.
En 2007, Trump dijo que había albergado la esperanza de que Hillary Clinton resultara la candidata presidencial del Partido Demócrata, la que perdió a manos de Barack Obama.
En julio de 2008, se divulgaron fotografías que mostraban al expresidente jugando al golf con Trump y los exalcaldes de Nueva York Michael Bloomberg y Rudolph Giuliani en una cancha propiedad del magnate cerca de la residencia de Clinton en Chappaqua.
- Mujer fantástica -
En 2012, Trump calificó a Hillary Clinton como 'una mujer fantástica'.
'Soy parcial, porque la conozco desde hace años. Vivo en Nueva York. Ella vive en Nueva York. Realmente me cae muy bien, y su marido también', dijo entonces a Fox News.
Pero la campaña de 2016 los convirtió en enemigos. Trump califica a Hillary Clinton una vez y otra también como 'la peor secretaria de Estado en la historia de Estados Unidos'.
Ella, por su parte, lo ha etiquetado de 'racista' y 'misógino', al tiempo que lo acusa de dividir al país.
Si los Clinton fueron a su boda fue porque él los invitó después de donar dinero a la Fundación Clinton, explicó el magnate en el primer debate republicano televisado, el pasado agosto.
'Le dije a Hillary Clinton 'Vengan a mi boda', y ella vino a mi boda', explicó Trump. '¿Saben por qué? Ella no tenía elección, porque doné dinero', añadió.
'Yo era un hombre de negocios. Le donaba a todo el mundo. Cuando me llamaban donaba. ¿Y saben qué? Cuando necesitaba algo de ellos, dos o tres años después, les llamaban y ahí estaban para mi', reconoció.
En los años 2000, Trump donó 4.100 dólares para la campaña de Clinton al Senado, según Politifact, y dio más de 100.000 dólares a la Fundación Clinton.
La aspirante demócrata no tardó en tomar distancia del hombre que ha insultado a los mexicanos y a las mujeres y ha pedido que se prohíba el ingreso de los musulmanes a Estados Unidos.
'No lo conocía tan bien', dijo la aspirante en agosto. 'Pensé que estaría bien ir a su boda porque siempre es algo divertido. Ahora que aspira a ser presidente, es más alarmante', añadió.
'Él era un demócrata antes de volverse republicano', dijo en enero en Iowa. 'Apoyaba a los demócratas y apoyaba muchas causas por las que me preocupaba yo y gente que conozco'.
Pero las relaciones de Clinton y Trump fueron más allá de lo puramente político y los negocios: sus respectivas hijas, Chelsea e Ivanka, de 36 y 34 años, también son amigas.
Puestas en contacto por sus maridos, ambas viven en Manhattan, cerca la una de la otra. Las dos son jóvenes madres y se mueven en círculos similares. En la edición de septiembre de la revista People, Chelsea Clinton elogió a Ivanka.
'Creo que la amistad es más importante que la política', dijo. 'Estoy realmente agradecida de que Ivanka sea mi amiga'.
Pero en medio de una campaña en la que los ataques personales se han convertido en la norma, las dos jóvenes parecen haberse distanciado.
Entre tanto, Hillary Clinton insiste en que nunca fue amiga del multimillonario.
'No fuimos amigos', dijo a People. 'Nos conocíamos, obviamente, en Nueva York. Yo conocía a mucha gente'.
Rivales en la campaña presidencial, Hillary Clinton y Donald Trump se tiran con munición gruesa. Pero son viejos conocidos que se codeaban en los mismos círculos de privilegio.
El magnate de los bienes raíces que construyó una fortuna en Manhattan, y la exsenadora por el estado de Nueva York (2001-2009) se movieron por los mismos círculos que mezclan dinero, política y celebridades.
Trump, favorito en las primarias republicanas, vio cualidades en Clinton e hizo donaciones a su campaña al Senado. Ella fue invitada al tercer matrimonio del magnate en Palm Beach, Florida, en enero de 2005.
Bill Clinton, que fascinó a Trump durante años, también estuvo presente en la suntuosa recepción para 400 invitados en Mar-a-Lago, la opulenta residencia del multimillonario en la que Michael Jackson pasó su luna de miel con Lisa Marie Presley.
Los vínculos de Trump con los Clinton se remontan a la presidencia de Bill, entre 1993 y 2001. La biblioteca presidencial del exmandatario se dispone a publicar esta semana unas 500 páginas de documentos sobre Trump, incluyendo notas con saludos de cumpleaños enviados por Clinton al magnate e invitaciones a la Casa Blanca.
En 2001, cuando los Clinton dejaron la Casa Blanca, Trump sugirió que se mudaran a uno de sus rascacielos en Manhattan, pese a que la ex pareja presidencial había comprado una residencia en Chappaqua, en el norte del estado de Nueva York, años antes.
En 2007, Trump dijo que había albergado la esperanza de que Hillary Clinton resultara la candidata presidencial del Partido Demócrata, la que perdió a manos de Barack Obama.
En julio de 2008, se divulgaron fotografías que mostraban al expresidente jugando al golf con Trump y los exalcaldes de Nueva York Michael Bloomberg y Rudolph Giuliani en una cancha propiedad del magnate cerca de la residencia de Clinton en Chappaqua.
- Mujer fantástica -
En 2012, Trump calificó a Hillary Clinton como 'una mujer fantástica'.
'Soy parcial, porque la conozco desde hace años. Vivo en Nueva York. Ella vive en Nueva York. Realmente me cae muy bien, y su marido también', dijo entonces a Fox News.
Pero la campaña de 2016 los convirtió en enemigos. Trump califica a Hillary Clinton una vez y otra también como 'la peor secretaria de Estado en la historia de Estados Unidos'.
Ella, por su parte, lo ha etiquetado de 'racista' y 'misógino', al tiempo que lo acusa de dividir al país.
Si los Clinton fueron a su boda fue porque él los invitó después de donar dinero a la Fundación Clinton, explicó el magnate en el primer debate republicano televisado, el pasado agosto.
'Le dije a Hillary Clinton 'Vengan a mi boda', y ella vino a mi boda', explicó Trump. '¿Saben por qué? Ella no tenía elección, porque doné dinero', añadió.
'Yo era un hombre de negocios. Le donaba a todo el mundo. Cuando me llamaban donaba. ¿Y saben qué? Cuando necesitaba algo de ellos, dos o tres años después, les llamaban y ahí estaban para mi', reconoció.
En los años 2000, Trump donó 4.100 dólares para la campaña de Clinton al Senado, según Politifact, y dio más de 100.000 dólares a la Fundación Clinton.
La aspirante demócrata no tardó en tomar distancia del hombre que ha insultado a los mexicanos y a las mujeres y ha pedido que se prohíba el ingreso de los musulmanes a Estados Unidos.
'No lo conocía tan bien', dijo la aspirante en agosto. 'Pensé que estaría bien ir a su boda porque siempre es algo divertido. Ahora que aspira a ser presidente, es más alarmante', añadió.
'Él era un demócrata antes de volverse republicano', dijo en enero en Iowa. 'Apoyaba a los demócratas y apoyaba muchas causas por las que me preocupaba yo y gente que conozco'.
Pero las relaciones de Clinton y Trump fueron más allá de lo puramente político y los negocios: sus respectivas hijas, Chelsea e Ivanka, de 36 y 34 años, también son amigas.
Puestas en contacto por sus maridos, ambas viven en Manhattan, cerca la una de la otra. Las dos son jóvenes madres y se mueven en círculos similares. En la edición de septiembre de la revista People, Chelsea Clinton elogió a Ivanka.
'Creo que la amistad es más importante que la política', dijo. 'Estoy realmente agradecida de que Ivanka sea mi amiga'.
Pero en medio de una campaña en la que los ataques personales se han convertido en la norma, las dos jóvenes parecen haberse distanciado.
Entre tanto, Hillary Clinton insiste en que nunca fue amiga del multimillonario.
'No fuimos amigos', dijo a People. 'Nos conocíamos, obviamente, en Nueva York. Yo conocía a mucha gente'.