TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un día después de haber cumplido 18 años (la mayoría de edad), Alejandro Espinoza se sometió al proceso de captación de jóvenes en las Fuerzas Armadas de Honduras (FF AA) porque necesitaba un ingreso que le permitiera contribuir con los gastos de su casa y seguir estudiando.
Acorralado por la carente situación económica de su familia, por no poder obtener un trabajo y por el estancamiento educativo que vivía, se dispuso férreamente en ser un militar rango inicial en 2017, con el enfoque de solventar sus necesidades y, también, para olvidar a Nora Flores, su exnovia.
El cumplir con los requisitos de ingreso y haber aprobado los exámenes físicos, le han permitido tener un salario mensual con el que su soltera mamá, Ernestina Sandoval, compra la comida de ella y sus cuatro hijos, mientras él sigue con su formación académica con la aspiración de llegar a rangos altos.
Quizá, como Alejandro Espinoza, las 41,407 personas que ingresaron a la Fuerza Aérea, Naval, el Ejército y la Policía Militar de Orden Público (creada en 2013), desde enero del 2000 hasta febrero de 2022 también lo hicieron por la misma necesidad o, sencillamente, por tener la vocación de servicio.
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La Unidad de Datos de EL HERALDO Plus analizó los números de ingresos de hombres y mujeres en las Fuerzas Armadas a través de la solicitud de información SDD-292-2022.
La explosión
Desde el inicio del período estudiado (enero del 2000 hasta diciembre de 2011), la captación de jóvenes a la institución castrense se comportó entre altos y bajos, pero con cifras relativamente modestas.
Por ejemplo, en el 2000 un total de 205 personas ingresaron, mientras que en 2011 fueron 638. El promedio de ingresos en esos 12 años fue de 315 personas cada 12 meses.
Fue hasta un año más tarde (2012) que la situación cambió: se registraron 1,629, casi tres veces más de los que ingresaron en 2011. Desde ese año, 2012, los números de las altas en las Fuerzas Armadas crecieron aún más, pero también hubo descensos.
Para 2013, cuando inició la primera etapa para la creación de la PMOP, el ingreso de personas, en comparación con 2012, se triplicó (3,203) y en 2014 rozó los 6,000. En los años posteriores, la captación de personas sufrió altas y bajas, pero siempre fueron mayores a las cifras reportadas antes de 2011.
El promedio de los últimos 11 años (2012 a febrero de 2022) es de 3,429 ingresos a las Fuerzas Armadas por año, casi 11 veces más que lo ocurrido entre 2000 y 2011.
Una fuente a lo interno de las Fuerzas Armadas, que pidió no ser identificada, explicó a EL HERALDO Plus que la causa de que a partir de 2012 los ingresos se dispararan se debe únicamente a la captación de personas para la creación de la PMOP.
Diseñada por el Poder Ejecutivo, pero aprobada por el Congreso Nacional el 14 de agosto mediante el decreto Nº 168-2013, la Policía Militar entró en vigor en ese año.
“Los elementos que iniciaron con la Policía Militar tuvieron (antes) que aprobar el curso básico que es el Centro de Adiestramiento Militar del Ejército (CAME)”, detalló la fuente de las FF AA.
Patrón en el ingreso
Este equipo encontró que enero, abril, agosto y noviembre es cuando más personas ingresan a la institución castrense. Para el caso, en el 2000, en su primer mes, fue cuando más individuos entraron en las Fuerzas Armadas, con 82. Lo mismo ocurrió desde 2001 hasta 2012.
A partir de 2013 ya no solo enero era el hegemónico, pasó a serlo también abril, agosto y noviembre, registrando ciertas variaciones. En 2014, por ejemplo, enero registró 1,217 personas, marzo 533, agosto 897 y noviembre 1,658, más de las altas de inicio de año.
La fuente en lo interno de las Fuerzas Armadas, que pidió no ser identificada, dijo que eso ocurre porque los cursos de formación para las personas inician en fechas específicas.
“Muchos creen que siempre estamos formando personas, pero no es así. No podemos estar formando a cinco que entran en un mes o los 15 del siguiente mes”, aclaró.
Las personas que ingresan en otros meses se mantienen en aprendizajes básicos mientras inician las formaciones, puntualizó.
Dominio masculino
Del total de hondureños que han ingresado a las FF AA en los últimos 22 años (41,407), el 94% han sido hombres, lo que significa que de 10 casos nueve fueron del sexo masculino.
La fuente en lo interno de la institución castrense comentó (con base en las estadísticas) que no han podido verificar la razón por la que las mujeres no tienen mucho protagonismo.
“Es extraño que las mujeres no se involucren, más en las Fuerzas Armadas si tienen los mismos beneficios y las mismas condiciones que los hombres”, argumentó.
Sin embargo, en la página feminista llamada Mujer, menciona que la participación femenina sería contraproducente en la lucha por sus doctrinas.
“Creemos que el integrar a la mujer en el Ejército es una forma muy fácil de destruir la lucha feminista al quedar la mujer encuadrada ideológicamente en una institución cuyos valores son el patriarcado, el autoritarismo y el machismo”, señala.
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Para otras feministas, como María Adelaida Vélez, la incursión de la mujer en las Fuerzas Armadas es una lucha pendiente.
“En las últimas décadas las mujeres han conseguido llegar a un impresionante número de espacios antes ocupados solo por hombres. Sin embargo, el Ejército (Fuerzas Armadas) no es uno de ellos”, comentó.
Por otra parte, a juzgar por la creciente lista de ingresos en las Fuerzas Armadas, analistas valoran un aspecto: un costo alto para el Estado debido a que Honduras no está en conflicto bélico y consideran que debe regularse.
Incluso, durante su campaña la presidenta Xiomara Castro dijo que eliminaría la PMOP, algo que analistas consideran certero porque la criminalidad sigue imperando.
Además, fue creada por el expresidente Juan Orlando Hernández (2014-2022), quien puso en instituciones y cargos estratégicos a varios militares.
“Hay que analizar cuál era el objetivo”, preguntó el experto en temas de seguridad, Carlos Sierra.