TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El Congreso Nacional está a las puertas de aprobar en las próximas semanas el Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República, en el que identifica un aumento de un ocho por ciento en comparación con el vigente.
En el proyecto de decreto habrá un aumento de 32 mil millones de lempiras, es decir que en 2023 el presupuesto será de 392 mil millones de lempiras.
Durante su campaña política, la presidenta Xiomara Castro prometió enfocarse en salud y educación y reducir los presupuestos a las Fuerzas Armadas. Sin embargo, el proyecto de presupuesto elaborado por la Secretaría de Finanzas estipula en su exposición de motivos que “a Defensa y Seguridad se asignarán L 29 mil millones, equivalentes al 7.5% del presupuesto total, a fin de brindar seguridad a la ciudadanía mediante los servicios de policía, defensa militar y servicios judiciales, entre los más significativos”.
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Mientras que en 2022 la Secretaría de Defensa tuvo L 9,336,149,156 y Seguridad un total de L 7,850,251,535.
Sumando las Fuerzas Armadas, entre Defensa, Seguridad y la institución castrense hay un aumento al presupuesto del 13%, mientras que para Educación y Salud apenas el aumento oscila entre el 6 o 7%, determinación que ha sido fuertemente cuestionada por diversos sectores de la sociedad civil.
De hecho, en el presente 2022 la Secretaría de Salud contó con L 24,735,082,455 y para 2023 se prevé que cuente con L 26,638,801,518.
Por su parte, Educación tuvo L 35,512,731,039 y en 2023 obtendrá un total de L 38,109,509,221.
Los fondos destinados a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) se llevarán una buena parte del presupuesto que asciende a L 58,741,917,166, mientras que lo orientado a la deuda pública será de 49,770,158,336.
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Posturas
Para el economista y excandidato presidencial Nelson Ávila, ha sido una constante de todos los gobiernos destinar buena parte de los fondos a Defensa y Seguridad, por lo que en aspectos de salud y educación se deberán medir las obras y logros que se consigan para saber si la repartición del presupuesto fue atinada.
“De qué sirve gastar el presupuesto en algo si no se demuestra que esa inversión produjo lo que se conoce como eficiencia social. En cuánto se reduce la pobreza, en cuánto mejora la impartición de justicia, la educación y la salud, esos son temas fundamentales”, acotó.
En tanto, el economista Julio Raudales opinó que el desarrollo de un país se basa en su calidad de educación y salud, por lo que estas áreas siempre deben tener prioridad hasta para el aumento en su partidas presupuestarias.
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“Lo que genera prosperidad, beneficio para la población y mejoras en la calidad de vida es que haya buenas carreteras, que las escuelas estén bien provistas, que los hospitales tengan medicamentos, y lamentablemente es lo que no ha sucedido en 2022”, señaló.
Raudales identificó que el Presupuesto es bastante elevado si se revisa lo destinado a inversión pública. “No deja de ser un presupuesto bastante inflado y bastante elevado, es bastante grande para la economía del país. Lo preocupante es que el programa de inversión pública sigue siendo bastante pequeño y ejecutado muy pobremente”, cerró.
El Congreso Nacional anunció que el 17 de octubre será socializado el proyecto de presupuesto para el año fiscal 2023 sin descartar que haya reasignación de fondos.
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