TEGUCIGALPA, HONDURAS.- No fue a la escuela de artes y tampoco ha manejado los términos o técnicas de la pintura o la escultura.
Es un ejemplo de que todas las personas pueden hacer cosas diferentes, que pueden evolucionar y alcanzar el éxito. Betsahida Bustillo logró salir de su capullo de crisálida para extender sus alas como mariposa de múltiples colores.
Estuvo durante 14 años haciendo piñatas para obtener ingresos y suplir las necesidades de su hogar, y en particular para educar a su hija como madre soltera, dedicada y amorosa.
Sin embargo, un día, en septiembre del 2018, mientras compraba materiales para las piñatas en una tienda de papelería en el centro de Tegucigalpa observó que estaban dando unas breves clases para crear cuadros. Se motivó, compró los materiales y comenzó.
“Me enseñaron a hacer una morenita. Me costó, me daba miedo porque yo no sabía de este arte”, contó.
Al principio solo le enseñaron a pintar la base y a ponerle el turbante, “pero yo miré que usan aretes, collar. Entonces vine y se los puse”, explicó. En sus obras plasma la belleza de las mujeres afrodescendientes, pero también de las mestizas y las indígenas hondureñas.
Explica que se ha enfocado un poco más en las “morenitas”, como les llama ella, por sus coloridos vestidos, turbantes y joyas que utilizan.
“Con esto voy a dejar las piñatas atrás, las morenitas me gustan más. También las blancas. Todas las mujeres somos una inspiración, todas somos bellas, no importa el color ni raza ni nada”, expresó esta emprendedora que en tan solo ocho meses ya ha creado más de 100 cuadros.
Su evolución
“Nunca he sido pintora, nunca. Inicié hace muy poco y con rostros impresos, pero ahora también hago pinturas... Ha sido un salto muy grande pasar de piñatas a cuadros. Yo que no sé nada de pintura”, comentó.
Su técnica es de arte tridimensional, con una base de fibrán y una pintura en relieve. Los detalles son de tela, mientras que los aretes, flores y collares son de los prefabricados.
Inicialmente, le costaba tres días hacer un cuadro, pero ahora en un día está listo.
Además de los cuadros, también hace tejas decoradas con la misma técnica y con fotografías impresas. Ambas creaciones pueden ser personalizadas con fotografías de la persona que lo desee adquirir o para obsequiar a sus seres queridos.
Las obras las comenzó a exponer en Mi Feria DC, que es un espacio de apoyo que ofrece la Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa (CCIT), donde participan más de 150 emprendedores.
Desde entonces ha tenido mucho apoyo con capacitaciones en la CCIT a fin de hacer crecer su emprendimiento.
Ya es parte de un programa que busca cumplir el sueño de 100 empresas en la región.
Por ahora, Betsahida dice que no puede manejar redes sociales, pero espera aprender pronto para llegar a más personas con sus obras. Hasta el momento, atiende a los clientes mediante su teléfono móvil (+504 9787-1050).
“Nunca me imaginé llegar hasta aquí, pero algún día me gustaría hacer más cuadros, tener una galería y exportarlas”, expresó Betsahida, un sueño que seguro se le cumplirá.