CORTÉS, HONDURAS.- La Represa Hidroeléctrica Francisco Morazán abrió sus compuertas el sábado para iniciar un proceso de descarga controlada, para evitar inundaciones por la llegada de la tormenta tropical Iota, esencialmente en el valle de Sula.
Las autoridades de la Comisión Interventora de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) informaron que durante un período de 48 horas llevarán a cabo el proceso de descarga vigilada por al menos 50 personas.
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La primera descarga se reportó al filo de las 9:00 de la mañana y se liberaron entre 300 y 500 metros cúbicos por segundo.
Esta cantidad ha llamado la atención de los expertos, quienes coinciden que la descarga es una medida de mitigación para evitar una catástrofe en el país.
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El ingeniero independiente, Wilson Cálix, aseveró que las descargas en “El Cajón” tienen una magnitud que se podría comparar con mantener las tres represas de la capital llenas y proporcionando agua a todas las colonias de la capital durante un mes consecutivo las 24 horas del día. “Cada descarga en ese número de metros cúbicos podría llenar las represas Los Laureles y La Concepción, eso tendría suficiente capacidad para abastecer la ciudad, por lo menos un mes completo, sin que llueva, ni que le caiga más agua, solamente utilizando el agua de descarga de la hidroeléctrica”, afirmó el ingeniero Cálix. Aunque el experto no cuestionó las descargas, más bien aplaudió porque se evitará que la represa colapse.
“Es una necesidad, con los cálculos de la lluvia que puede caer, esa represa ya con todas sus fisuras y su estructura dañada podría tener repercusiones porque la otra cantidad de agua que le caería sobrepasaría la capacidad de retención de la
represa”, manifestó.
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Impacto de Iota
Las autoridades de la ENEE tomaron la decisión de hacer las descargas luego de que el nivel de la represa esté a punto de alcanzar su capacidad máxima, la de 288 metros sobre el nivel del mar, a pocas horas de que la tormenta tropical Iota impacte en el territorio hondureño.
“Es importante destacar que las descargas controladas se realizan con mucha responsabilidad, de la mano de un equipo de técnicos de alto nivel, especializados en este campo, conformado por unas 28 personas, descargas que se realizan en razón de la disminución del nivel del cauce de río Ulúa, pues en este momento no representa ningún peligro para el valle de Sula”, informó la ENEE en un comunicado.
La estatal eléctrica compartió una serie de imágenes aéreas en las que un funcionario no identificado explica la magnitud de la primera descarga.
Entre 300 y 500metros cúbicos por segundo fueron descargados. |
En medio de la descarga controlada se formó un arcoíris en el embalse, que llamó la atención de los hondureños.
Casi de manera inmediata, los niveles del río Humuya comenzaron a aumentar, pero sin representar un riesgo para las comunidades aledañas.
Un equipo técnico de la ENEE y Copeco dieron seguimiento y vigilancia a la crecida del río, hasta llegar a la zona territorial donde el Humuya converge con el Ulúa, en las cercanías de
Potrerillos, Cortés.
También, se realizaron los monitoreos a la altura del puente Santa Rita sobre el río Humuya, en el puente Pimienta y Santiago sobre el río Ulúa, para medir los aportes de otros ríos afluentes al río Ulúa.
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Del mismo modo se coordina con la Comisión para el Control de Inundaciones del Valle de Sula y con Copeco para tomar las medidas de prevención requeridas. Leonardo Ramos Soto, funcionario de la ENEE, aseveró que “el principal afluente de ‘El Cajón’ es el río Humuya, que después del embalse se conoce como el río Ulúa, este jamás podría llenar ninguna colonia de San Pedro Sula porque en ninguna parte de su afluente pasa por el municipio”.
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Reconoció que el río Ulúa representa un peligro para Santa Rita, San Manuel, Potrerillos, El Progreso, La Victoria y Urraco, entre otros, “así que en San Pedro Sula es totalmente infundado que debamos tener miedo a las descargas de ‘El Cajón’ o pensar que La Lima podría ser inundada de nuevo por estas descargas”, afirmó.
“El Cajón” es un ente importante para el control de inundaciones, ya que mitiga el impacto de las crecidas de los ríos Humuya y Sulaco en el valle de Sula, al contener los 5,700 millones de metros cúbicos de agua de sus afluentes, evita que estos lleguen al valle con fuerza.
Pasaron diez años y dos meses después de la última vez que se abrieron las compuertas de la Central Hidroeléctrica Francisco Morazán, para que las autoridades de la ENEE tomaran la decisión de volver a abrirlas, esta vez como medida de prevención por las lluvias que dejará la tormenta tropical Iota durante más de 72 horas en su paso por Honduras.
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