TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Uno de los invitados del gobierno hondureño a los desfiles patrios del 15 de septiembre de 2022 no tuvo el mejor recibimiento al momento de marchar en el Estadio Nacional José de la Paz Herrera de la capital.
Se trata de los activistas del partido Libertad y Refundación (Libre) y el movimiento Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), quienes fueron recibidos a su ingreso con abucheos, bolsas de agua y botellas plásticas.
Este acto sirvió como termómetro para medir si la incorporación del partido de gobierno a los actos cívicos por los 201 años de Independencia de Honduras, donde los protagonistas generalmente son los estudiantes y elementos de las fuerzas del orgen, tenía la aceptación generalizada de la población.
Pese al momento tenso, dirigentes y funcionarios de la actual administración defienden la participación de los colectivos de izquierda.
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¿Por qué participó Libre?
En los últimos años fue común que, paralelo a los desfiles tradicionales de los colegios de la capital, se movilizaran los simpatizantes de Libre en una marcha alterna.
Mientras la movilización cívica de los estudiantes se desarrolla a lo largo del bulevar Suyapa, desde el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para concluir en la instalación deportiva, los desfiles de Libre recorrían todo el bulevar Morazán y finalizaban en el centro histórico de la capital.
La expectativa de este año era ver si la dinámica se mantenía, puesto que el partido de izquierda ahora es gobierno y la idea de una contramarcha perdería parte de su sentido.
Sin embargo, se mantuvo igual y la diferencia fue que la movilización de Libre, en lugar de terminar en la Plaza Central del casco histórico, se sumó a los actos oficiales en el Estadio Nacional, donde esperaba la presidenta Xiomara Castro en compañía de su gabinete.
Las bases de Libre eran encabezadas por el expresidente Manuel Zelaya Rosales, en compañía de su hija, la diputada Hortensia Zelaya, “La Pichu”, y el ministro asesor en Estrategia y Comunicación, Milton Benínez, también conocido en redes sociales como “El Perro Amarillo”.
No obstante, un sector de la población marcó bien su postura: los abucheos fueron evidentes, mientras que con bolsas de agua y botellas plásticas los presentes trataban de atinar a algún dirigente político.
¿Qué dijo la gente en redes sociales?
La oposición a este acto también fue evidente en redes sociales. Desde líderes de la sociedad civil, como Andrea Sandoval, hasta internautas con o sin matrícula en un partido político expresaron en menos de 240 caracteres de Twitter su postura.
También sirvió como munición a la oposición política, en este caso al Partido Nacional, para criticar al gobierno. Tomás Zambrano, jefe de la bancada nacionalista en el Congreso Nacional, fue uno de ellos.
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¿Cómo reaccionó el oficialismo?
El oficialismo no se llamó al silencio. Dirigentes políticos de Libre y funcionarios actuales comandaron un ejército en Twitter para defender y aplaudir la llegada del partido al Estadio Nacional. Uno de los más combativos fue José Carlos Cardona, ministro de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
También se sumó Mirtha Gutiérrez, subsecretaria de Derechos Humanos.
