TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los colores de la bandera, de la naturaleza y del mar fueron plasmados en hermosos y detallados trajes que los estudiantes portaban en honor al 202 aniversario de independencia de Honduras.
Una vez más, Honduras decidió celebrar la emancipación de España con los históricos desfiles, que iniciaron a las 7:00 de la mañana.
El Centro de Educación Básica Especial (CIRE) fue el primero en ingresar al estadio “Chelato” Uclés, donde la presidenta Xiomara Castro, junto a los representantes del Poder Legislativo y Judicial, así como el resto del gabinete de gobierno, cuerpo diplomático e invitados especiales, esperaban.
Con el inclemente sol golpeando la piel de las personas que miraban a los estudiantes avanzar, los colegios desfilaban de forma organizada, hasta que fue el turno de la Resistencia Popular, quienes por segundo año iban junto a los centros educativos.
El grupo de simpatizantes de Libertad y Refundación, quienes iban acompañados del expresidente Manuel Zelaya Rosales, ingresó al coloso, donde fueron recibidos con enojo por unos y alegría por otros.
Varias personas que asistieron a los desfiles y que estaban sentados en la gradería les lanzaron bolsas con agua y botellas, mientras que la presidenta los recibió con satisfacción.
Para las 10:30 de la mañana, el Instituto Central Vicente Cáceres, uno de los más esperados por los capitalinos, ya había realizado su presentación frente al estrado donde estaban las autoridades.
Las bandas de guerra y marcial deleitaron con su música, mientras las pomponeras y palillonas bailaban de forma coordinada. Las hermosas palillonas del Central vestían un traje gris, representando el color de la institución.
El Comité Cívico Interinstitucional Permanente (COCIP) de la Secretaría de Educación dijo que eran 84 los colegios que desfilaban y que el Central ocupaba la posición 13.
Las palillonas del Liceo Heiner Reyes Rosales fueron otras de las más aclamadas, pues con su carisma y belleza cautivaron a los espectadores. Las jóvenes lucían un traje verde de aterciopelo, que acompañaron con unas botas negras.
Para las 11:30 apenas eran 19 los colegios que habían pasado al estadio, hasta que interrumpieron a las 12:00 del mediodía para que Daniela Andrade entonara las notas del himno nacional.
Posteriormente, la presidenta Xiomara Castro, quien lucía un traje rojo, tomó el micrófono y se dirigió -en un discurso- ante más de 20 mil hondureños que ingresaron al coloso.
“Nunca más golpes de Estado”
En su discurso, Castro declaró que en este 202 aniversario de la proclama de la independencia del yugo colonial, reafirma el compromiso del restablecimiento de un Estado republicano, justo, socialista y democrático, que respete las libertades y la lucha por la independencia.
Dijo que los ideales por los que lucharon los próceres y ofrendaron su vida, hoy 202 años después siguen amenazados por los mismos conservadores que anteponen sus mezquinos intereses para impedir la transformación y los cambios estructurales para la refundación de Honduras.
Destacó que el general Francisco Morazán es el símbolo nacional de la refundación del Estado hondureño, por ello la Secretaría de Educación ha decretado que el conocimiento sobre la vida, obras y legado del unionista centroamericano, sea practicado en los centros educativos de forma obligatoria antes de la graduación de los alumnos.
“Pueblo hondureño, como jefa de Estado, como comandante general de las Fuerzas Armadas, de la Policía y presidenta de la República, reafirmo en este acto, mi vocación pacífica y democrática para que en Honduras nunca más vuelvan los golpes de Estado, para que nunca más vuelvan las narcodictaduras”, expresó.
Espectáculo aéreo
Uno de los espectáculos más esperados por los hondureños cada 15 de septiembre es el lanzamiento de los paracaidistas. Este 2023 fueron 15 los paracaidistas que se lanzaron de 5,510 pies de altura.
Mientras los hondureños gritaban y aplaudían, 14 hombres y una mujer se lanzaron uno a uno con la idea de caer en el centro del estadio nacional. Así lo hicieron.
Luchando contra el aire y la gravedad, los hondureños pudieron completar el show con satisfacción, siendo elogiados por miles de personas, quienes levantaban una bandera de papel azul turquesa y blanca (la bandera de Honduras) que les habían regalado en la entrada al estadio.