Aunque las cifras más conservadoras sugieren que el 15% de la población hondureña padece de un trastorno mental, esa cifra podría llegar hasta el 30%, dijo el director del hospital psiquiátrico Mario Mendoza, Aaron Rodríguez.
El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental en un esfuerzo por concentrar la atención de los gobiernos en la identificación, tratamiento y prevención de algún trastorno emocional.
Este año el lema escogido es “Alternativas frente a la crisis. El valor de nuestros derechos”, que recoje la preocupación de cómo la situación socioeconómica está afectando la salud mental de las personas.
'La salud mental de los hondureños se ha ido deteriorando porque de todos es conocido las situaciones ambientales que se viven en el país, como los problemas económicos y la inseguridad, que se vuelve un estresor más, especialmente para la población vulnerable', explicó Rodríguez.
Y es que cada día se atienden unos 400 pacientes de todo Honduras en la consulta externa del hospital Mario Mendoza, con diferentes padecimientos mentales que van desde la depresión hasta la farmacodependencia.
Diariamente, unos 15 a 20 pacientes en promedio llegan por primera vez al centro asistencial en Tegucigalpa por diversos trastornos.
Además se atienden unos 24 pacientes en la sala de emergencia de la institución, explicó el director del Mario Mendoza.
En su mayoría, esta población que llega al centro asistencial padece de trastornos afectivos, es decir depresión, que puede ser causada por factores biológicos, situaciones personales
o la condición del país.
En segundo lugar se tratan los trastornos ansiosos, que incluyen las fobias y las reacciones traumáticas generadas por diversos eventos, como un asalto, que tres semanas después siguen afectando a las personas.
Le siguen las enfermedades psicóticas, como el trastorno bipolar, que es la inestabilidad emocional y puede ir desde la clásica tristeza hasta los sintomas de locura, irritabilidad o euforia.
Otra grupo de pacientes está compuesto por las personas que consumen drogas o sustancias embriagantes y, en último lugar, la farmacodependencia, que es muy peligrosa porque la gente pasa de la automedicación al abuso.
Rodríguez comentó que las mujeres forman el grupo más amplio de pacientes que reciben tratamiento en la institución psiquiátrica, lo que representa una proporción de 2 a 1 en relación con los hombres.
Aunque se atienden pacientes jóvenes y de la tercera edad, el grupo poblacional más afectado es el compuesto por los adultos de 20 a 40 años.
Sin embargo, el galeno resaltó que estas cifras no reflejan la realidad, ya que por cuestiones culturales los hombres no buscan atención médica, lo que puede generar que una depresión se complique en otras afecciones severas que pueden llegar hasta el suicidio.
Esta misma condición incide en que los hombres sean más efectivos cuando toman la decisión de suicidarse.
Aunque no se puede establecer una cifra de cuántos hondureños realmente padecen alguno de estos trastornos, para Rodríguez la cifra puede ser muy alta, porque la población se ve afectada por lo que sucede en la sociedad, cuando los pacientes son muy sensibles o hay antedecentes familiares que marcan una tendencia a este tipo de afecciones.
Impacto en la productividad
'Es necesario tener políticas orientadas a cuidar la salud mental tal como se cuida la salud física, y prevenir los trastornos mentales, por lo que es importante que se tomen las medidas en los programas sanitarios', comentó el director del Mario Mendoza.
Agregó que estos programas de salud deben ser como el el programa de vacunación, ya que este tipo de padecimientos impacta en la productividad de las personas, que a la larga afecta la economía del país.
'En las grandes urbes, la depresión es lo que causa mayor impacto en la productividad de las empresas', señaló el especialista.
Aunque las afecciones mentales dependen de la sensibilidad de las personas a las situaciones diarias, uno de las principales causas es la situación económica.
En ese sentido, se recomienda a las personas manejar su economía conforme a sus necesidades, para no caer en la inestabilidad financiera, que puede ser el detonante de una afección mental.
El apoyo familiar también es importante para que las personas mantengan su salud mental.
Además se debe evitar la desintegración familiar, entendiéndose no como la separación de los miembros del hogar, sino el hecho de que no haya comunicación entre las personsa que viven bajo un mismo techo.
Sin embargo, aquellas personas que sienten que ya no pueden sobrellevar una situación deben buscar ayuda psiquiátrica para hacer frente a los trastornos mentales.
'Todavía se estigmatiza a las personas que buscan la atención psiquiátrica en instituciones de salud mental porque es catalogada como una persona que tiene locura'.
No obstante, el galeno insistió en la necesidad de programas que hagan conciencia en la población hondureña sobre estas afecciones.
El próximo 17 de octubre, la Asociación Hondureña de Psiquiatría celebrará su congreso nacional denominado
Hospital Mario Mendoza, como un reconocimiento para los 40 años de labor de la institución donde los pacientes buscan su salud mental.
