El Domingo de Ramos es el día en que Jesús de Nazaret hace su entrada mesiánica en Jerusalén, dando inicio a la Semana Santa, en la que se conmemora su pasión y muerte en la cruz.
El culto o liturgia que celebra la Iglesia Católica comienza con la bendición de las palmas y ramas de olivo que llevan en sus manos los fieles a los templos.
Significado
Los ramos no son algo así como un talismán o un simple objeto bendito, sino el signo de la participación gozosa en el rito procesional, expresión de la fe de la Iglesia en Cristo, Mesías y Señor, que va hacia la muerte para la salvación de todos los hombres.
Por eso, este domingo tiene un doble carácter, de gloria y de sufrimiento, que es lo propio del Misterio Pascual.
Ritual
Los sacerdotes entran en procesión a celebrar la misa. El color de este día es el rojo, que representa a Jesús como rey en su entrada triunfal en Jerusalén. También se celebra el inicio de la pasión del Señor (el rojo es el color de reyes y también es el color de la sangre).
Humildad
Jesús ingresó a la ciudad de Jerusalén montado en un burro, cuyo significado es la humildad. De ahí que la principal imagen en la procesión del Domingo de Ramos es el señor de la humildad, que viste una túnica de color rojo intenso.
Las escrituras relatan que antes de entrar a Jerusalén, Jesús se detuvo en Betania y Betfagé. Ahí se describe que Jesús envió a dos discípulos (no mencionados) a la aldea cercana, con órdenes de recuperar un borrico que había sido atado, pero nunca montado y dijo “Si os preguntan, decid que el Señor necesita el borrico, y que les será devuelto luego”.
Cuando la procesión llega al templo, pues suele salir de un templo para finalizar en otro, se recibe a la gente que viene en procesión cantando, como hicieron los niños de Jerusalén cuando Jesús entró en la ciudad aquel primer domingo.
Los Evangelios describen cómo la gente alfombraba el camino de Jesús y también cómo dejaba a un lado pequeñas ramas de árbol.
Cánticos
La gente también cantaba una parte del Libro de los Salmos, específicamente los versículos 25-26 del capítulo 118: “Bendito es el que viene en el nombre del Señor. Bendito es el enviado del Reino de Nuestro Padre David”.
El lugar de esta entrada no está especificado, pero se supone que tuvo lugar en la Puerta Dorada, desde donde se creía que el Mesías entraría a Jerusalén, otros estudiosos piensan que el lugar fue hacia el sur, pues tenía entrada directa hacia el templo. (Kilgallen 210). Ver también Marcos 11.
Celebraciones
Los días que van hasta el Jueves Santo pertenecen al tiempo cuaresmal, pero están caracterizados por los últimos acontecimientos de la vida del Señor, con exclusión de otras celebraciones.
En la mañana del Jueves Santo, el obispo celebra, junto con su presbiterio, la Misa Crismal o de los Santos Óleos, en la que se bendicen los óleos que se usarán para la celebración de los sacramentos.
El Viernes Santo se recuerda la Muerte de Jesús. La Iglesia Católica manda a sus fieles guardar ayuno y abstinencia de carne como penitencia.
El Sábado Santo, el tercer día del Triduo Pascual, que concluye con las segundas Vísperas del Domingo de Resurrección culminando así para los cristianos la Semana Santa.
