CORTÉS, HONDURAS.- Nuevamente las zonas norte y occidental del país son las que más resienten los embates de las lluvias. La alerta amarilla en estas regiones acertaron el caos que dejarían los aguaceros.
Desde ayer las calles de Cortés, Gracias a Dios y Santa Bárbara se inundaron y también se registraron deslizamientos de tierras y varias viviendas recibieron afectaciones.
En el golpeado Valle de Sula, las comunidades permanecen en alerta debido a las persistentes lluvias que han desencadenado inundaciones urbanas en varios barrios y colonias.
La infraestructura de drenaje deteriorada, junto con diques en mal estado, ha facilitado el avance del agua, provocando inundaciones en su trayectoria.
El recorrido en el municipio de La Lima mostró filtraciones significativas de agua en colonias como Canaán, afectando pasajes y viviendas, obligando a numerosas familias a refugiarse.
Algunas personas se resisten a abandonar sus hogares por temor a perder sus pertenencias.
En la zona baja del municipio, localidades como Montevideo y Paraíso continúan enfrentando las lluvias, aunque muchos habitantes han regresado a sus hogares con la esperanza de un futuro más favorable.
A pesar de que el comercio sigue activo en el casco urbano, la población se acerca regularmente a los ríos para verificar los niveles del agua durante el día.
José Delmis Cardona, coordinador del Comité de Emergencia Municipal (Codem), expresó su vigilancia constante ante la situación y su dependencia de las notificaciones de expertos en clima para tomar decisiones futuras.
“Todavía tenemos hasta el cierre de esta semana para tomar otras decisiones, todo dependerá de cómo se comporte este fenómeno”, externó.
Otras regiones
En Puerto Cortés el caos se viralizó instantáneamente por las redes sociales, donde se difundieron videos en redes sociales que muestran una elevada afluencia de agua cercana a los muelles de cabotaje, lo que ha llevado a inundaciones en calles y zonas residenciales.
Quimistán, Santa Bárbara, es otro departamento del occidente que resiente los embates de las condiciones climáticas, con daños materiales, casas derrumbadas y ríos desbordados. Las autoridades trabajan en un nuevo reporte de daños.
Las probabilidades de precipitaciones en esta región superan el 95 por ciento.
Honduras ya tiene tres semanas de lluvias seguidas que han dejado al menos cinco personas fallecidas.