Tegucigalpa, Honduras
Forcejeo, mensajes amenazantes, la ingesta de alcohol y consumo de marihuana fueron algunos de los elementos que se combinaron la noche en la que perdió la vida el joven Carlos Emilio Collier Núñez.
Así lo revela lo contado por los cuatro jóvenes involucrados en este caso y que está plasmado en el testimonio en sede administrativa, al que tuvo acceso EL HERALDO.
En el testimonio brindado por Olga María López se evidencia que los jóvenes andaban en estado de ebriedad y hasta habían fumado marihuana.
La joven de 22 años aseguró que el 11 de octubre, al filo de la 1:00 de la tarde, junto a Collier y Carlos Romero comenzaron la fiesta que concluyó en una tragedia.
“Nos fumamos un puro de marihuana y luego nos fuimos caminando al súper que está enfrente de Loarque, y llamamos a Elías Taufic Chaín que nos llegara a traer ya que nosotros tres andábamos cargados con botellas de bebidas alcohólicas y hielo”, aseguró López.
En seguida, dijo que “Elías nos fue a recoger en compañía de José Zamora y nos fuimos a beber a la casa de Elías”.
Portaba arma
Un par de horas más tarde, “llegó James quien nos llevó a comprar más alcohol, pero antes de llegar al súper nos paramos en la casa de Collier, y pensábamos que lo que él andaba trayendo era marihuana, pero yo vi que lo que este traía era una arma de fuego metida entre la pretina del pantalón y la cintura, por la parte de enfrente tapada con la camisa, pero siempre se le notaba de enfrente”.
Reconoció que “yo ya sabía que Collier tenía un arma de fuego, ya que hace unas dos semanas me habría preguntado si me gustaba su nuevo juguete, y ya después nos fuimos con rumbo a comprar más alcohol, todos juntos”.
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Aseguró que abordo del carro Collier se había palabreado con Carlos Romero, quien iba sentado en la parte de atrás. “Yo no podría escuchar muy bien porque la música estaba muy alta”, dijo.
“Pero pude escuchar de que Collier le dijo a Carlos Romero: ‘vos no sabes con quién te metés, muchacho’, y yo no les presté atención y de repente se sacó la pistola y solo escuché los disparos”, aseguró López.
El vehículo donde ocurrió la fatídica escena era conducido por James Alexander O’Connor y como copiloto Elías Chaín, quien se encuentra prófugo de la justicia. Justo detrás del conductor iba el infortunado Carlos Collier, a su derecha Carlos Alvarado, Olga López y José Carlos Zamora. “A la par mío iba Carlos Romero y de repente James detuvo el vehículo y yo me pude fijar de que Collier estaba sangrado estando adentro del carro y yo lo vi que se cayó en mis piernas y las de Carlos Romero”, señaló la joven.
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López dijo que intentó darle los primeros auxilios, pero Collier estaba muerto.
“Yo le tocaba la cara y decía reaccioná y este no reaccionaba, le tomé el pulso y me pude dar cuenta de que ya no estaba vivo”, indicó.
López reveló que pensaron en llevar a Collier al hospital. “Como andábamos alcoholizados pensamos que nos iban a meter presos, por lo que nos dio miedo”, dijo.
Tras varios minutos, James O’Connor lo sacó del vehículo y lo dejó tirado en un tramo desolado entre una escuela bilingüe y la aldea La Cañada, cerca de la colonia Loarque.
Después“James me dejó en la casa de Elías a José y a mí, lo primero que hice fue cambiarme de ropa y lavarme las manos y luego Elías le fue a decir al papá de Collier lo ocurrido para que lo fuera a buscar”, señaló. Tras enterarse de la noticia, el papá de Collier llegó hasta la vivienda de Elías. “él me llamó a mí para que fuera a declarar a la Policía y yo me subí al carro y me fui para la casa de Collier con él y Elías, después llegó la Policía y me preguntaron lo que había pasado y yo les conté lo que vi”, concluyó la joven en su relato.
Otro testimonio
EL HERALDO también tuvo acceso al testimonio brindado por Elías Taufic Chaín.
El joven aseguró que como al filo de las 11:00 de la noche salieron las seis personas a bordo de un vehículo turismo color azul.
Dijo que se pararon frente a la casa de Collier, quien ingresó con Carlos Romero, quienes ingresaron a sacar un arma de fuego calibre corto, cuando venían de regreso Carlos Collier traía el arma en la cintura, posteriormente se subieron al vehículo y “cuando íbamos de regreso para mi casa de nuevo, una cuadra antes de llegar a mi casa, escuché varios disparos dentro del vehículo, al escuchar esto el conductor de nombre James O’Connor decidió estacionarse para ver qué pasaba y logramos observar que Carlos Collier se había pegado él solo varios disparos con el arma de fuego”.
“Al ver esto yo le dije a mis amigos que lo lleváramos al hospital, pero James O’Connor nos dijo que él no lo llevaba al hospital, que no se iba a comer ese clavo, entonces decidimos ir a dejarlo tirado por la escuela bilingüe. Posteriormente “decidí avisarle al papá de Carlos Collier que su hijo se había pegado varios disparos, que se encontraba sin vida.
“Cabe mencionar que yo no me daba cuenta que Carlos Collier andaba armado, yo me di cuenta hasta en el momento en que percutó el arma”.
Aseguró que Carlos Romero “me dijo que le había dicho a Carlos Collier que no sacara el arma, pero él no hizo caso”.
De acuerdo a las investigaciones, los jóvenes previo al homicidio de Collier consumieron cinco botellas de ron.
