Honduras

Excónsul en Phoenix regresó dinero de carro

La excónsul Astrid Kaemper Gaborit utilizó dinero sin ser autorizada para pagar cuotas de una camioneta.

07.04.2014

La excónsul de Honduras en Phoenix, Arizona, Astrid Kaemper Gaborit, regresó el dinero que usó de la Cancillería para financiar la compra de un carro de su propiedad.

Fuentes ligadas a la Secretaría del Exterior confirmaron que la funcionaria se vio obligada a reintegrar el dinero para que no se le practicara un reparo en materia civil por los órganos contralores.

EL HERALDO reveló que la diplomática utilizó 2,947.78 dólares (58,855.60 lempiras) de la cuenta 22600443194 que tenía el consulado en Phoenix en el Bank of America para pagar algunas cuotas de una camioneta Volkswagen Routan 2010 que sacó al crédito.

Las transferencias, que se hicieron entre 2011 y 2012, fueron realizadas a la importadora Camelback Volkswagen de esa ciudad.

Aparte de esos casi 3 mil dólares pagados para cancelación de letras, la cónsul gastó otros 5 mil dólares (100 mil lempiras) para pagos de seguros y mantenimiento del automotor.

Lo anterior implicó que los gastos de la funcionaria para la compra de su carro superara los 8 mil dólares (160 mil lempiras). La fuente no indicó si Astrid Kaemper Gaborit pagó solo el dinero de las letras o también los otros gastos de seguro.

Estos pagos constituyeron una violación al Reglamento de Servicios Consulares y Actos de Protección Consular, emitido bajo decreto 263-2011, norma que regula la buena gestión de los fondos de las legaciones nacionales.

Ese precepto establece en su artículo 12 que “está terminantemente prohibido a los funcionarios consulares dentro de las oficinas consulares o consulados móviles la recepción directa o indirecta para pago de gastos administrativos... que no sean estrictamente consular”.

El Ministerio Público (MP)y el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) abrieron expedientes para investigar este caso y deducir responsabilidades civiles y penales de acuerdo a las pruebas encontradas.

EL HERALDO intentó en su momento abordar a la excónsul para que diera su versión sobre esta transacción irregular, pero se llamó al silencio bajo el argumento de que no estaba autorizada a referirse al tema sin permiso de Cancillería.

Relaciones Exteriores, por medio de la Gerencia Administrativa, reconoció que la excónsul había cometido una anomalía por usar recursos públicos en el pago de las cuotas de su carro y le exigió que reintegrara los fondos por que estos eran “gastos no autorizados”. También se le exigió a la funcionaria que rindiera cuentas por gastos de combustible no justificados que efectuó cuando fungió en ese puesto.

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