La expalillona Ilsa Vanessa Molina mostró una actitud altiva y soberbia durante el desarrollo de la audiencia inicial que se realizó este lunes en el Juzgado de Letras Penal de Francisco Morazan.
A Molina se le vio muy altanera por su manera de caminar y sonreía sarcasticamente mientras escuchaba a los peritos de la Fiscalia cuando presentaban las pruebas.
También se le pudo ver sin ningún miedo o nerviosismo ante la decisión del juez que dicto un auto de formal procesamiento, medida que la mantendrá en la cárcel.
EL HERALDO conoció esta información a través de un testigo que estuvo presente en la realización de la audiencia.
A esto se le suma que cuando llego en el bus del Instituto Nacional Penitenciario, al bajar tenía una gran sonrisa dibujada en el rostro y como en sus tiempos de estudiante que desfiló en las fiestas patrias en 2005, saludo con su mano derecha a los medios de comunicación.
La exmodelo llevaba una vestimenta muy elegante, llevaba una blusa blanca, un saco y pantalón negro, y su pelo muy bien arreglado.
A pesar de ir esposada de manos, la exmodelo llevaba un monedero color amarillo en su mano y una pulsera rosada en su puño.
Molina es acusada por el delito de lavado de activos en contra del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
Segun las investigaciones mientras Molina fungio como gerente de la empresa de maletín Insumedic lavó un total de 9.2 millones de lempiras del Seguro Social.
Molina fue detenida el 5 de enero de 2015 por autoridades migratorias cuando trato de ingresar ilegalmente a Estados Unidos.
Desde ese entonces estuvo recluida por más de un año en un centro de migrantes en Houston Texas.
La semana pasada Ilsa Vanessa retorno deportada a San Pedro Sula, en un vuelo que traía 129 migrantes junto con ella.
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