El expresidente de Honduras, Porfirio Lobo Sosa (2010-2014), acudió este viernes a los tribunales en materia de corrupción, minutos antes de que inicie la audiencia inicial contra la madre de sus hijos, Rosa Elena Bonilla.
Con un semblante sereno el exmandatario aseguró que 'Vengo en deber de esposo y de la madre de mis hijos. Vengo a acompañarla a ella, a brindarle mi respaldo como esposo y padre de sus hijos'.
Al ser consultado sobre la inocencia de la ex primera dama se limitó a decir 'claro', en varias oportunidades.
La llegada del expresidente originó un caos en los portones de los juzgados ubicados en la colonia Alameda de la capital.
Decenas de medios de comunicación se aglomeraron alrededor del exfuncionario para conocer su posición sobre los delitos que se le imputan a 'Rosita'.
La Fiscalía la acusa de malversación de caudales públicos, lavado de activos y asociación ilícita.
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La secretaria ejecutiva Rosa Elena Bonilla Ávila, tras convertirse en esposa del político nacionalista Porfirio Lobo Sosa, saltó al cargo de Primera Dama (2010-2014), sin pensar que un día, en el mes de su cumpleaños, estaría en prisión.
Desde 2005, cuando Lobo Sosa participó por primera vez como candidato por la Presidencia de la República, comenzó a conocérsele por el sobrenombre de “Mi Rosa”, ya que ese era el término con el que su esposo se refería a ella públicamente.
En el 2010, Lobo Sosa se convirtió en Presidente de la República (2010-2014) y ella pasó a ser la Primera Dama de la nación.
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Escándalos rodean al expresidente Lobo Sosa
En los últimos cinco años, el expresidente Porfirio Lobo Sosa ha vivido una serie de escándalos familiares, incluso él ha sido sacudido por sus presuntos vínculos con miembros del cartel Los Cachiros.
Su hijo Fabio Lobo fue capturado en Haití en mayo de 2015 por agentes de la DEA. Tras ser acusado de tráfico de drogas, un tribunal de Nueva York lo sentenció, el 5 de septiembre del año pasado, a 24 años de cárcel.
Igualmente, su otro hijo Cristian Lobo (ahora fallecido) fue arrestado por agentes de Tránsito, quienes lo encontraron conduciendo en estado de ebriedad. En enero de 2017 nuevamente lo capturaron por uso indebido de nombre y por desobediencia.
Ahora quien enfrenta la justicia hondureña es su esposa Rosa Elena Bonilla, quien ya guarda prisión.
