Honduras

Figuras de barro de Yarumela engalanan pesebres de Honduras

En Navidad, los clientes de los municipios de Marcala, La Paz, Siguatepeque, Comayagua, La Esperanza, Intibucá, San Pedro Sula y Cortés llegan a adquirir las figuras.

14.12.2013

La magia de las manos de los alfareros se plasma sobre un trozo de barro que ha sido cortado en los predios de Yarumela.

Las figuras que producen los artesanos se distinguen por su colorido y trazos heredados de los antepasados. Con la Navidad crecen los pedidos de los objetos que adornarán los pesebres en diferentes comunidades del país.

Con el fin de promover las ventas de los adornos de barro y conformar una organización local, en la comunidad unos años atrás se conformó una organización denominada Maestros del Barro de Yarumela.

También se logró gestionar con apoyo de las autoridades de la Oficina de Desarrollo Económico Local (ODEL) y el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) la construcción de dos hornos comunitarios para el quemado de las piezas, pero luego quedaron abandonados.

El presidente del Comité de Turismo de La Paz, José Santos Torres, informó que cada una de los alfareros de la comunidad fueron identificados aunque la tarea no fue fácil.

Y es que los productores de las piezas artesanales prefieren trabajar en sus hogares, donde al igual cuentan con hornos armados con piedra y lodo que les funcionan a la perfección.

“Es mejor realizar esta tarea en casa, porque así no nos genera mayor costo y evitamos que el producto se pierda al cargar las figuras de un lado a otro”, manifestó María Luisa Torres, una de las artesanas.

Proceso

La producción de las piezas de barro inicia con la compra del barro. De forma posterior, la pegajosa tierra es amasada hasta lograr que desaparezcan los grumos y restos de piedra que pueda impedir el armado de las figuras.

El tercer paso es remojar el barro por espacio de cinco días, amasarlo y colocarlo en el interior de bolsas plásticas para exponerlo bajo el sol por una semana hasta que se logre alcanzar la textura que requiere el artista.

Chapas, palillas, clavos y un toque de imaginación son las herramientas claves para tallar el lodo, hasta lograr un acabado perfecto, antes que las piezas sean colocadas en los hornos para su refinamiento.

Una vez que el producto se extrae de los hornos continúa el proceso de decoración con una base de pintura blanca como base, de forma posterior se le da el color deseado.

Luis Antonio Ramos Cálix, vecino de la aldea, es un especialista en elaborar figuras navideñas, con más de dieciséis años de trabajar la alfarería, sentado sobre una silla plástica da los últimos retoques de color a las figuras. En su última producción decidió elaborar mojigangas, marimbas, mariachis, misterios (José, María y el Niño Jesús) y los Reyes Magos.

“Esto lo traigo en la sangre, aprendí la técnica junto a mis tías”, expresó Ramos Cálix. La elaboración de los pesebres según Cálix, inicia desde el mes de febrero, hasta completar unas 3,000 figuras que son vendidas al final del año.

La elaboración de piezas para nacimientos es la especialidad de los artesanos de Yarumela, pues logran comercializar más de 8,000 piezas en diciembre.

Comercio

Las piezas, al concluir el proceso de pintura y secado son envueltas en hojas de papel periódico para evitar que se dañen antes de llegar a los mercados de Tegucigalpa, San Pedro Sula, Siguatepeque y Comayagua, Cortés y Marcala.

Pero la comercialización de la mercancía no solo está en el territorio nacional, ya que en reiteradas ocasiones han tenido la oportunidad de exportar a Centro América y Estados Unidos, de acuerdo con los artesanos.

“La elaboración de este producto me ha dado varias satisfacciones, con los ahorros logré construir una casa y dos apartamentos”, comentó Zulma González, otra alfarera.

En la comunidad, de una población de 5,000 habitantes, se estima que unas 50 personas se dedican a la artesanía del barro, confección de bordados y trajes con semillas y la bisutería.

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