Texas, Estados Unidos
El momento en el que un agente de la patrulla fronteriza en Estados Unidos, encontró a un menor de edad hondureño que viajaba solo, fue captado por el lente del New York Times y causó muchas reacciones en todo el mundo.
El niño de ocho años responde al nombre de Alejandro, quien decidió cruzar la frontera para buscar a sus padres que residen en Texas, Estados Unidos.
Sin embargo, se perdió en el camino, ya que no tenía una dirección exacta de su familia y solamente cargaba con un certificado de nacimiento para identificarse.
El agente Raúl Ortiz, quien lo detuvo, al ser de descendencia latina habló en español y le ofreció un poco de agua, lo cual hizo sonreir a Alejandro, que estaba muy cansado y sediento por el camino.
La foto de este momento fue captada por la periodista gráfica Jennifer Whitney y desde que se publicó ha obtenido comentarios divididos, entre lo conmovedor y lo triste de la situación.
Y es que la mayoría de los menores migrantes son hondureños, guatemaltecos y salvadoreños, que huyen de la delincuencia y falta de oportunidades de sus países, en busca de reunirse con sus padres y esperando tener una vida mejor en EE UU.
Este es un grave problema que aqueja a Centroamérica, donde al menos 60 mil menores se han aventurado a viajar solos por la peligrosa vía migratoria, según el New York Times.
El momento en el que un agente de la patrulla fronteriza en Estados Unidos, encontró a un menor de edad hondureño que viajaba solo, fue captado por el lente del New York Times y causó muchas reacciones en todo el mundo.
El niño de ocho años responde al nombre de Alejandro, quien decidió cruzar la frontera para buscar a sus padres que residen en Texas, Estados Unidos.
Sin embargo, se perdió en el camino, ya que no tenía una dirección exacta de su familia y solamente cargaba con un certificado de nacimiento para identificarse.
El agente Raúl Ortiz, quien lo detuvo, al ser de descendencia latina habló en español y le ofreció un poco de agua, lo cual hizo sonreir a Alejandro, que estaba muy cansado y sediento por el camino.
La foto de este momento fue captada por la periodista gráfica Jennifer Whitney y desde que se publicó ha obtenido comentarios divididos, entre lo conmovedor y lo triste de la situación.
Y es que la mayoría de los menores migrantes son hondureños, guatemaltecos y salvadoreños, que huyen de la delincuencia y falta de oportunidades de sus países, en busca de reunirse con sus padres y esperando tener una vida mejor en EE UU.
Este es un grave problema que aqueja a Centroamérica, donde al menos 60 mil menores se han aventurado a viajar solos por la peligrosa vía migratoria, según el New York Times.