El impacto ambiental que genera el botadero municipal de Danlí, el que fue confirmado por la Fiscalía del Ambiente, ha obligado a las autoridades municipales ha trazarse un nuevo reto.
Y es que la construcción del relleno sanitario, aunque ha sido parte del plan municipal, no se ha podido lograr por falta de recursos económicos.
Es así que en la actualidad se han iniciado diálogos a nivel de la mancomunidad con el fin de buscar los fondos para la construcción de un lugar adecuado para el depósito de los desechos.
El alcalde de Danlí, José Antonio Urrutia, dijo que con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se creó un plan de manejo de los desechos sólidos, el cual, según el funcionario, se ha puesto en práctica.
“Al mismo tiempo se trabaja en la creación de un macroproyecto para construir un megarrelleno sanitario que beneficie a varias comunidades”, explicó el edil.
De acuerdo con el funcionario, durante la administración municipal anterior se compró un predio para construir un relleno, pero este no cumple las normas que se requieren para este fin.
En cuanto al requerimiento que pidió la Fiscalía del Ambiente, el edil expresó que presentará el plan director de manejo de los desechos sólidos y las gestiones que se han realizado para el financiamiento del megarrelleno sanitario.
“No es justo que se me culpe sobre la contaminación que produce el botadero ya que durante mi gestión hemos desarrollado varias iniciativas encaminadas a mejorar las condiciones del lugar”, agregó.
La comunidad genera unas 1,260 toneladas de basura al mes.
