Tegucigalpa, Hondus
Una interminable controversia desencadenó el polémico plan de alfabetización que impulsa la secretaría de Educación en los centros de segunda enseñanza del país.
Este martes, los miembros del Congreso Nacional (CN), a través de la Comisión de Educación, se vieron obligados a intervenir ante la ola de protestas y reclamos contra la campaña de alfabetización.
Y es que estudiantes, padres de familia y hasta maestros han alzado la voz en rechazo a la iniciativa ante las dificultades que existen alrededor del proceso mediante el cual se pretende enseñar a leer y escribir a unos 600 mil hondureños analfabetas.
Cuestionan que el programa pone en peligro a los estudiantes, pues estos deben visitar colonias de alto riesgo para alfabetizar y además incurrir en gastos de hasta 7,000 lempiras.
Dana Servellón es una estudiante del Instituto Central Vicente Cáceres (ICVC) y afirma que hay padres que llegan hasta con cuatro pequeños a recibir sus clases y que esto representa para ellos un gasto alarmante ya que deben alimentar a los menores y a sus padres.
Mencionó que están incurriendo en gastos, incluso, por pago de niñeras para que cuiden a los hijos de las personas que son sometidas al plan de alfabetización. “El pago depende de cuantos niños lleguen al aula, hay una madre que se tomó la atribución de llevar a cuatro niños al aula, a cada niño hay que darle comida, incluso a veces darle un juguete y a las personas beneficiarias, eso es más gasto para nosotros, yo le pido al ministro que se ponga en el lugar de nosotros”, dijo la estudiante.
Esta y otras denuncias relucen a diario en los centros educativos a lo largo del país, ya que padres, estudiantes y maestros se quejan de la poca viabilidad del programa.
Cada alumno debe cubrir gastos por concepto de alimentación, transporte, reproducción de materiales didácticos de las personas que se alfabetizan.
A eso se le suma el pago de hasta 500 lempiras para que las personas accedan a ser instruidas. Pese a esas molestia, el ministro de Educación, Marlon Escoto, ha manifestado en reiteradas ocasiones que la alfabetización es un requisito obligatorio para que los muchachos puedan graduarse a nivel medio.
Rechazo
Las protestas no se hicieron esperar y se han llevado a cabo a lo largo de todo el país. Ayer los alumnos del instituto Héctor Pineda Ugarte suspendieron las clases al tomarse las instalaciones del mismo, en negación al programa.
En respuesta, el ministro de Educación, Marlon Escoto, anunció en las redes sociales que “los días perdidos por las interrupciones de los centros educativos serán recuperados con la ampliación del año escolar de acuerdo a cada caso”.
En ese sentido, se hizo circular un oficio donde se desglosan 13 centros a los cuales se les ampliará el año lectivo, donde 12 de ellos tendrán que reponer tres días de clases.
Otra de las expresiones de rechazo a la forma en cómo se ha desempeñado el programa, es que varios padres de familia y alumnos de la Escuela Normal Mixta del Valle de Sula de San Pedro Sula llegaron ayer al Ministerio Público a denunciar al secretario de Educación, Marlon Escoto. La principal exigencia es que sea únicamente una persona la que debe ser alfabetizada por cada alumno y no dos, como es la exigencia de Educación actualmente.
No obstante, fiscales del Ministerio Público explicaron a los padres y estudiantes que no procede tal denuncia porque no existe un delito y no pueden intervenir en el problema de educación.
“Estamos de acuerdo con la alfabetización, me parece correcto, en lo que hay entorpecimiento es en las dificultades que enfrentan los muchachos, el problema es la logística, nos vamos a reunir y seguir en consultas para proponer soluciones, este es un problema real”, dijo Darío Banegas, presidente de la Comisión de Educación del CN.
Dificultades de la alfabetización: