Tegucigalpa, Honduras
Han pasado ya más de tres meses y aún el Triángulo Norte no ha puesto en marcha la Fuerza Trinacional contra Maras y Pandillas en las fronteras.
Desde el pasado 27 de julio el presidente de la República, Juan Orlando Hernández, planteó la conformación de este grupo interagencial con apoyo de Estados Unidos.
Para ese entonces el tema ya había sido tratado en reuniones con el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, quien no dudó en expresar su apoyo a la iniciativa.
Semanas después una comitiva encabezada por el ministro de la Presidencia, Reinaldo Sánchez, viajó a El Salvador para plantear el tema.
Como resultado de este trabajo, el 24 de agosto los presidentes Hernández, Morales y Salvador Sánchez Cerén, de El Salvador, firmaron el acuerdo para establecer la fuerza de tarea que contrarrestará las actividades delictivas en las fronteras.
Ese mismo día se informó que el grupo integrado por policías, militares, agentes de inteligencia y de investigación de los tres gobiernos comenzaría a operar en el mes de octubre.
Pero esto no ocurrió así y de ahí surge la pregunta sobre qué ha detenido la instalación de este grupo en las líneas divisorias.
Solo falta una decisión
Durante el desarrollo de la XXV Cumbre Iberoamericana, los presidentes de Honduras y Guatemala sostuvieron un encuentro para dialogar sobre este tema.
Al concluir informaron a la prensa que ambos países estaban listos para iniciar y dejaron entrever que El Salvador era el único que faltaba para tomar la decisión. “Tanto Guatemala como Honduras estamos listos para instalar la Fuerza Trinacional; solo estamos esperando a El Salvador. Vamos a ver si en el transcurso de mañana (el pasado sábado) nos da esa fecha; nos parecería triste que vaya pasando el tiempo y no concreticemos esos buenos deseos que plasmamos ya en documentos en El Salvador”, expresó Hernández en aquel momento.
En los mismos términos se refirió el presidente Morales, quien además refirió que ya hubo esfuerzos de forma bilateral entre los gobiernos.
En declaraciones posteriores a esta reunión al presidente Hernández se le consultó sobre cuáles podrían ser los obstáculos de El Salvador para instalar esta fuerza.
La respuesta del mandatario fue: “yo creería que tal vez fue un tema de agenda porque ellos han estado en otras situaciones, recuerde que están en una situación fiscal que están resolviendo y un diálogo político, pero igualmente este es un tema apremiante”.
En esta misma línea se expresó ayer el ministro coordinador de gobierno, Jorge Ramón Hernández Alcerro, quien apuntó que la falta de decisión de El Salvador podría ser por temas de organización de este grupo.
“Habrá reuniones con el gobierno de El Salvador y el gobierno de Guatemala para definir la fecha, la decisión está tomada por parte de ellos, estimo que tiene que ser algo relativo a la organización de las unidades que van a participar en la Fuerza Trinacional”, manifestó. Sin embargo, dijo que aún no tienen la fecha para sostener la referida reunión de los presidentes del Triángulo Norte.
Un análisis
Según la socióloga y asesora de seguridad Arabeska Sánchez, la intención de los gobiernos se aplaude porque deben trabajar de forma transnacional, como lo hacen estos grupos.
“Me parece una buena decisión que los tres países han tomado porque hay que recordar que este es un fenómeno transnacional, ya no es cierto que hacen clicas independientes y separadas por país”, manifestó.
“Entonces como esta modalidad trabaja de manera transnacional, los estados deben responder de la misma forma”, añadió.
Comentó que este trabajo conjunto va a permitir que los países cumplan también con el principio de ayuda mutua que tienen convenido todas las naciones de Centroamérica.
EL HERALDO le consultó a la analista por qué razón El Salvador no ha puesto énfasis en el tema para dar una respuesta en este delicado problema.
A la pregunta respondió: “mire, recordemos que desde el año pasado han salido a la luz pública en los medios salvadoreños algunas grabaciones, algunos contenidos que identifican, incluso, a ciertos miembros de la clase política en su vinculación directa con maras y pandillas”.
Refirió que ha sido El Salvador el que más ha tenido que enfrentar este fenómeno desde su propio enclave en Centroamérica en los años 90.
Sin embargo, explicó que mientras Guatemala y Honduras luchan contra el crimen organizado, El Salvador no lo ha hecho.
“El Salvador es, digamos, de los tres países el que no ha comenzado con labores de depuración policial, el que no ha comenzado con la ayuda de ninguna comisión externa internacional y que todavía está bregando con una problemática institucional, que también le afecta a la hora de hacer represión contra la criminalidad”.
Sobre este tema, EL HERALDO solicitó una entrevista con el embajador de El Salvador, Juan José Figueroa, quien aseguró tener ocupaciones y que no podía atender las consultas, pero prometió programar una entrevista.
Información conocida por EL HERALDO indica que los acuerdos de paz firmados por el gobierno de El Salvador con estos grupos delictivos podrían ser el motivo que dilata la decisión para una lucha frontal. Sin embargo, no se pudo obtener una respuesta oficial sobre esta versión.
Apoyo
Por su parte, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Rolando Argueta, expresó su apoyo a esta iniciativa que señaló como necesaria.
“El combate a la impunidad y la aplicación de la ley y la justicia, ahora en los tiempos actuales demandan la unidad y la coordinación entre las distintas entidades, no solo de un país sino de los diversos países, y nosotros como Poder Judicial, en el respeto a la soberanía, estamos totalmente de acuerdo en ese sentido”, opinó.