Honduras

Honduras: Bajo el agua e incomunicado otra vez el valle de sula por Iota

El desbordamiento de los ríos Ulúa y Chamelecón dejó de nuevo estragos en las zonas bajas del norte del país

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19.11.2020

SAN PEDRO SULA, HONDURAS.- Sus lágrimas se disimulaban con la pertinaz lluvia que caía en la zona, mientras las aguas del río Chamelecón le cubrían casi hasta las rodillas, siendo fiel testigo de cómo el torrente arrastraba el menaje de los hogares en el sector de La Planeta y alrededores.

La pesadilla que vivió Hedman Peralta en carne propia así como miles de personas que habitan en el valle de Sula el pasado 5 de noviembre se volvió a repetir casi dos semanas después por las precipitaciones provocadas por el fenómeno natural Iota que desbordaron nuevamente los afluentes que rodean el área aluvial más grande del país.

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“Casi se perdió todo, algunas cositas pudimos librar, pero lo más importante es que estamos bien; este huracán fue mucho peor que Eta”, afirmó el joven, quien a pesar de la tempestad no pierde las esperanzas porque aún conserva su vida.

Desde uno de los puentes metálicos por donde pasa el ferrocarril nacional, un poblador identificado como Juan Cálix manifestó que “es duro, lamentable ver esto, a cualquiera se le parte el alma”.

El drama, la consternación, angustia e incluso la desesperación invadieron otra vez a los habitantes de las partes bajas del valle de Sula en donde se volvió a ensañar otro temporal a solo 13 días de los estragos de Eta.

La madrugada de ayer los cauces del río Ulúa y Chamelecón tuvieron una significativa crecida que provocó inundaciones en los sectores de La Lima, Pimienta, Villanueva, Potrerillos, San Manuel y Choloma en Cortés; Santa Rita y El Progreso en Yoro, entre otros municipios. Subidos en los techos de sus viviendas o dentro de estos inmuebles quedaron algunas familias que no evacuaron los sitios de riesgo a pesar de las advertencias hechas por personal de los cuerpos de prevención y socorro como también de otras instituciones gubernamentales.

Jóvenes pusieron en peligro sus vidas al caminar por los lugares afectados.

Las calles y bulevares se perdieron por el desbordamiento de los afluentes.


La falta de contención de los bordos que ya habían sido destruidos por lo que se degradó a depresión tropical Eta sumado a la carencia de mantenimiento de los canales de alivio construidos en la zona agravaron las inundaciones, que abarcaron lugares que se habían mantenido al margen de esta problemática.

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Las vías de comunicación terrestre desaparecieron y fueron cubiertas por las correntadas, que arrancaron árboles desde sus raíces e hicieron colapsar casas enteras. Un doble impacto implica las afectaciones de ambos ciclones en el territorio hondureño, particularmente en el valle de Sula que volvió a quedar sumergido e incomunicado, estropeándose las labores de rehabilitación y recuperación en las distintas comunidades. Las pérdidas de miles de manzanas de cultivos ya eran evidentes con Eta y ahora la situación se agrava con el paso de Iota, las cuales han sido tildadas como una tragedia para el agro.

Recuento

Más de 2,800 familias resultaron afectadas en Cortés, Yoro, Santa Bárbara y Atlántida que forman parte del valle de Sula, de acuerdo con un informe de incidencias elaborado por la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) y al que tuvo acceso EL HERALDO.
En cuanto a las familias evacuadas se contabilizan 1,704; 7,405 viviendas con afectaciones; seis carreteras deterioradas y dos puentes perjudicados hasta ayer.
La mayoría de daños se reportaron en Yoro, donde hay 113,275 damnificados y 6,690 casas averiadas.

Doce viviendas resultaron devastadas por Iota, sin embargo, pueden haber más estructuras que cedieron ante el más reciente fenómeno.

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Aunque se habían anunciado dos víctimas en la Flor de Cuba en San Pedro Sula, uno por intentar cruzar un puente y otro por causas naturales, Copeco no registró esas muertes.
Por otro lado, las instalaciones del aeropuerto Ramón Villeda Morales quedaron anegadas, repitiéndose la misma historia que a inicios de este mes.

Vulnerabilidad
Varios sectores de las zonas bajas del valle de Sula resultaron inundados por la salida de su cauce de los ríos Ulúa y Chamelecón, haciendo que miles de personas quedaran atrapadas en los techos de sus casas.
EL HERALDO informó que entre el 14 y 15 de diciembre próximo volvería a operar esta terminal aérea, pero con la nueva inundación se retrasará todavía más su habilitación por el resto del año.

“Desafortunadamente, los embates del huracán Iota han inundado el aeropuerto Ramón Villeda Morales. Posteriormente haremos un reconocimiento más detallado del área e inmediatamente nos pondremos a trabajar en rehabilitar lo más pronto posible esta terminal aérea”, anunció el titular de la Superintendencia de la Alianza Público Privada (SAPP), Leo Castellón.

Rescate y recuperación

Desde tempranas horas, grupos de rescate acuático de Copeco se desplazaron a los sectores Rivera Hernández al igual que de La Planeta para rescatar en lanchas a las personas que quedaron atrapadas en los techos de sus casas.

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Elementos del Cuerpo de Bomberos también participaron en acciones de evacuación en varias colonias de la zona norte. Desafiando el peligro, pobladores de la Rivera Hernández aprovecharon a sacar algunas de sus pertenencias antes de que se terminaran de llenar de agua sus moradas.

Aerial view of the municipality of La Lima, on the outskirts of San Pedro Sula, 240 km north of Tegucigalpa, flooded due to the overflowing of the Chamelecon river after the passage of Hurricane Iota, taken on November 18, 2020. - Storm Iota, which made landfall in Nicaragua as a 'catastrophic' Category 5 hurricane Monday, killed at least ten people as it smashed homes, uprooted trees and swamped roads during its destructive advance across Central America. (Photo by Orlando SIERRA / AFP)

Los ríos Chamelecón y Ulúa generaron más inundaciones en la zona norte.


Con el uso de helicópteros se procedió a salvar a varias personas que quedaron a la deriva en San Juan, Potrerillos, Cortés, donde hubo 9,087 rescates, seguido por 3,131 que se efectuaron en Yoro, según datos oficiales. Las evacuaciones registradas en el valle de Sula ascendieron las 4,500 y de albergados se tenía un reporte de 5,825 personas.
La crecida del río Higuito interrumpió el paso entre Gracias, Lempira y Santa Rosa de Copán y este es uno de los afluentes que alimenta al Chamelecón, por lo que incrementaría las inundaciones en la costa norte.

Vulnerable

“El valle de Sula quedó en una situación vulnerable para cualquier precipitación que pueda venir; ya no merece mayor maltrato porque esto impacta a nivel nacional, son pérdidas millonarias que se registran todos los años”, indicó el exdirector de la comisión ejecutiva para el desarrollo integral del valle de Sula, Roberto Zablah al foro televisivo Frente a frente.
Recomendó que “tenemos que tratar de evacuar a todas las familias que se encuentren en zonas vulnerables y reconstruir de nuevo los canales y bordos para darle un marco de seguridad”.

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La edificación de la represa El Tablón en el río Chamelecón y de igual manera de los embalses Los Llanitos y Jicatuyo en el río Ulúa se deben de impulsar porque el valle de Sula es el nervio y motor de la economía nacional, sostuvo el exfuncionario. El jefe de planificación y gestión de la comisión para el control de inundaciones en el valle de Sula, Juan José Alvarado aseguró que para darle el mantenimiento a este lugar se requiere de unos 300 millones de lempiras al año y solo se recibe una tercera parte de esos fondos