Tegucigalpa, Honduras
Las celdas consideradas de máxima seguridad de la cárcel de Ilama, Santa Bárbara, bautizada como El Pozo, están ocupadas ya en un 78 por ciento.
Con el último traslado de reos que se hizo el pasado 26 de octubre, Casa de Gobierno informó a través de un boletín de prensa que el número de reos trasladados ascendía a 56. Con los nueve de ayer, la cifra se elevaría a 65. Sin embargo, el boletín difundido el jueves por el Ejecutivo señala que el total de reos presos en El Pozo es de 66.
El Pozo, la cárcel hondureña de máxima seguridad
El pabellón asignado para privados de libertad considerados de “alta peligrosidad” tiene capacidad para 84 reos.
Los prisioneros trasladados en esta tercera oportunidad fueron identificados como: Deybi Wilfredo Enriquez Andino, Dany Danilo Díaz López, José Virgilio Sánchez Montoya, Luis Francisco López Galo, Mario René Díaz Gómez, Eduin Abraham Maldonado Palma, Henry García, Wilfredo Rodríguez Martínez y Williams Noel Navas, alias “El Terrible”.
El traslado
A eso de las 6:00 de la mañana del jueves, un contingente de uniformados de las instituciones que integran la Fuerza de Seguridad Nacional Interinstitucional (Fusina) participaron en el operativo en la Penitenciaría Nacional para trasladar a los nueve peligrosos reos. Dos helicópteros de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH) aterrizaron en las cercanías del principal centro penitenciario para trasladar a los cabecillas de las maras hasta El Pozo. En uno trasladaron a cuatro reos y en otro cinco, todos ellos vestidos con overoles color naranja.
Reos de El Pozo: 'Esto es el infierno'
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El presidente de la República, Juan Orlando Hernández, anunció que se había estado trabajando en el movimiento de otro grupo de personas que han estado recluidas en centros penales y que “han estado delinquiendo desde las cárceles; ya llegaron ese otro grupo a El Pozo número uno, allí están”.
“Pero también tenemos a sus abogados queriendo denunciar a Honduras porque dicen que estamos irrespetando los derechos humanos de estos reclusos”, agregó el mandatario durante el 49 Congreso Cafetalero Ordinario, en Siguatepeque.
+Los rostros de los reos de máxima peligrosidad trasladados a El Pozo
“Si se nos llena El Pozo número uno, viene El Pozo número dos, viene El Pozo número tres, el número cuatro y de ser necesario el cinco”, advirtió. “Las cárceles que estamos construyendo, nuevas, tienen todos los estándares internacionales y yo me someto a cualquier examen para verificarlo”, indicó el mandatario.
Argumentó que, aunque sus abogados (los de los reos) consideren que recluirlos en El Pozo “es una violación a los derechos humanos”, la verdad es que en las cárceles donde estaban anteriormente hay reos que “hacen hasta fiesta allí, pagan por tener un cuarto especial, con aire acondicionado, camas matrimoniales y otras comodidades”.
“Eso no es estar privado de libertad y lo peor es que abusan de eso y desde allí se ponen a delinquir contra la gente, ordenando extorsiones, asesinatos; eso no lo podemos seguir permitiendo, si es que queremos arreglar esto”, añadió.
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El gobernante comentó que en El Pozo hay agua y alimentación suficientes para los reclusos, pero si alguno “no quiere comer, ya no puedo obligarlo”. Relató que le reportan que esos reos “se desesperan, que gritan en la mañana y en la noche. ¿Quién los mandó a meterse en ese lío? Yo no fui”, dijo.
Las nuevas cárceles de máxima seguridad son para “que el que esté privado de libertad esté realmente así”, y “no vamos a retroceder un milímetro en eso”.
El primer y sorpresivo traslado de “toros” se realizó el pasado 19 de septiembre, donde 37 criminales considerados como responsables de dirigir desde el interior de los centros penales algunos delitos como extorsiones y asesinatos.
