TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Por ser considerada como una iniciativa que surge de una ideología errónea e impuesta, analistas opinan que implementar el programa “Yo sí puedo” en Honduras debilitará su institucionalidad dentro del sistema educativo.
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La argumentación anterior surge por la contratación de 123 maestros cubanos, quienes cumplirán el rol de capacitar a docentes hondureños para luego alfabetizar a más de 700 mil personas dentro del actual periodo presidencial de Xiomara Castro.
EL HERALDO tuvo acceso a los contenidos que serán impartidos en las capacitaciones bajo la malla curricular cubana, misma que ha sido considerada un éxito a nivel mundial.
Sin embargo, este acuerdo ha sido muy cuestionado por sectores políticos, magisteriales y analistas, debido a que lamentan que se está promoviendo una doctrina política totalmente innecesaria.
Contenidos
Dentro de las cartillas que serán implementadas se pudo observar múltiples ejercicios que deberán ser resueltos por las personas a alfabetizar, llevándose a cabo en clases de tres días a la semana, con una duración de 2 horas y 30 minutos.
Pese a que es un programa muy completo, desde la óptica de algunos analistas entrevistados no son contenidos novedosos, teniendo en cuenta que ya han habido proyectos hondureños con las mismas metodologías.
“El documento está bien hecho, pero no es superior a un programa que haya sido realizado por hondureños. En comparación, el Nacho está mejor elaborado que esta metodología”, arguyó Dennis Cáceres, director de Educación de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).
Los programas a los que hace alusión el experto y que fueron aplicados en años anteriores son el Programa de Alfabetización y Educación Básica de Adultos en Honduras (Pralebah), el Programa de Alfabetización de Adultos en Honduras (Alfacit) y Educatodos.
“Insisto, yo no veo grandes diferencias porque al final la alfabetización está basada en palabras generadoras y de contexto, teniendo como objetivo que las personas sepan leer, sumar y restar. Algo que ya tienen nuestros programas”, cuestionó.
Intromisión
Debido a que se trata de un convenio con Cuba, crece la incertidumbre de las intenciones que pueden venir acompañadas con el propósito de alfabetizar a hondureños.
Y se debe a que el contenido de la malla curricular fue diseñada exclusivamente por tres asesores cubanos, a lo que analistas en el país han considerado como un posible adoctrinamiento si no se pactan correctamente los roles.
“Yo entiendo el tema de la solidaridad, pero en realidad esto no es ninguna cooperación porque son servicios que el régimen cubano vende bien caro, lo mismo que pasa con los médicos”, aseveró Julio Raudales, rector de la Universidad José Cecilio del Valle (UJCV).
Según el convenio firmado entre Honduras y Cuba -con fecha 21 de octubre de 2022-, la Secretaría de Educación deberá destinar individualmente 10,000 lempiras mensuales a los 123 docentes cubanos. Dando un gasto total de 14 millones de lempiras anuales.
Los analistas consideran que este millonario desembolso se pudo haber utilizado en los proyectos que ya existen; asimismo, contratar los servicios de los maestros locales y desempleados.
“Con el programa ‘Yo sí puedo’ ya sería otra metodología más en Honduras para alfabetizar. Mientras no haya un fortalecimiento, lo que hacemos es debilitar la institucionalidad y la no consolidación de la Secretaría de Educación. Yo esto lo veo más como una propuesta hecha por los colegios magisteriales por el tipo de ideología a la que se está promulgando”, puntualizó Johnny Varela, experto en temas educativos.
El académico agregó que se está buscando algo nuevo para tratar de obtener protagonismo político, lo que catalogó como innecesario, porque ese pensamiento no debería estar por encima de una verdadera refundación educativa.
Entre las prácticas del programa cubano están realizar el estudio de las letras vocales, plantear la asociación de los números con las letras vocales y hacer una serie de combinaciones silábicas. Al culminar, se harán ejercicios en donde se demostrará lo que se ha aprendido durante todo el proceso.
