TEGUCIGALPA, HONDURAS. -Este año la falta de lluvias en Honduras no solo ha pasado factura a los agricultores, sino también a los ganaderos, quienes reportan una disminución en la producción de leche alrededor del 30% al 40% en pérdidas.
La sequía ha generado la falta pastos, situación que preocupa a los granjeros, ya que el forraje tarda aproximadamente un mes en recuperarse.
“Se presenta una posible emergencia si no llueve la cantidad suficiente para la recuperación de pastos, y que podamos de estar manera tener abastecimiento de alimentos”, manifestó José Chacón director ejecutivo de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (Fenagh).
A esto se suma la falta de agua para que tomen los semovientes; se han secado riachuelos, quebradas, lagunas y eso ha traído consecuencias al ganado.
Según los productores de leche, una vaca necesita consumir entre 30 a 50 litros de agua diarios, dependiendo de su tamaño.
“Un animal bien alimentado produce 25 litros de leche diarios, cuando no tiene esas condiciones la producción se reduce de 22 a 15 litros, incluso menos”, expresó Ismael Espinal, primer vocal de la directiva del Programa Nacional de Desarrollo Agroalimentario (Pronagro).
Chacón explicó a EL HERALDO que a pesar de que los productores almacenaron alimentos como ser maíz, sorgo, heno y concentrado, estas medidas no han sido suficientes y pronto podrían quedarse sin comida para sus animales.
“A estas alturas muchas de las ganaderías están terminando sus silos, les quedan aproximadamente de 15 a 20 días de silo”, dijo Chacón.
Juan Valladares, presidente de la Asociación de Productores de Granos Básicos (Prograno), dio a conocer a este rotativo que en el departamento de Olancho no solo se ha reducido la producción la leche, también se está perdiendo ganado.
“Hay muerte súbita por debilidad en las vacas, si esto sigue así habrá más muertes”, apuntó Valladares. “Ojalá que esto mejore, porque si no vamos a lamentarnos más”, agregó.
Actualmente ganaderos como agricultores están a la expectativa que las condiciones climáticas mejoren, de lo contrario se podrían generar mayores pérdidas en el sector ganadero.
