TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En el marco del
Bicentenario de Independencia patria,
EL HERALDO dialogó con la historiadora y catedrática de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (
UNAH)
Yesenia Martínez García sobre el legado de la Colonia española y lo que ha enfrentado Honduras en estos 200 años de emancipación política.
¿Cuál es el legado más importante que ha dejado la colonización española y que hoy todavía es una realidad en Honduras?
Nosotros como hondureños heredamos un idioma que es la lengua española, igual que hasta cierto tiempo en Honduras se declaró que se profesaba la religión católica. Entonces hay elementos que todavía perduran desde los 300 años que estuvo el gobierno español administrando lo que fue la provincia de Honduras y a nivel cultural tenemos legados arquitectónicos como las edificaciones religiosas.
LEA: Cómo se desarrollará la celebración del Bicentenario en Honduras
¿En esa etapa de colonización fueron más los beneficios para la Corona española que la herencia idiomática y cultural que nos dejaron?
Claro que sí. Ese fue el objetivo del gobierno español. Llegaron a América para poder llevarse todas las riquezas que podían y en el caso de Honduras fue una de las provincias de Centroamérica más ricas en minería. Fue una colonización agresiva que afectó muchísimo a la población indígena. Hay registros de que casi en un 90% fueron desaparecidas las poblaciones indígenas por enfermedades a las que no estaban acostumbradas y que traían los colonizadores españoles.
Después de 200 años de la égida española, ¿queda el resquicio de algún tipo de dominio o injerencia española sobre Honduras?
No podemos asegurar que el 15 de septiembre de 1821 fue el momento que finaliza la administración colonial de España, particularmente en Centroamérica. Lo que se da es un proceso de transición a la historia moderna y contemporánea de Centroamérica.
+: Galardonan a distinguidos hondureños en el marco del Bicentenario
¿Se han cumplido los retos de estos países en relación a las metas de los independentistas?
Por un lado encontramos que Honduras es uno de los países de Centroamérica con un lento proyecto de la búsqueda de esa libertad que se proclamó en 1821. Como Estado-nación todavía estamos en un proyecto inconcluso, con problemas como la fuerte dependencia económica de Honduras; aun cuando fueron proyectos de la Federación Centroamericana y del mismo Francisco Morazán, no sólo unirse a cinco provincias, sino también a tener libertades económica.
En estos 200 años de independencia política de España, ¿en qué ha cambiado o mejorado Honduras?
Podemos encontrar esas partes positivas de Honduras en estos 200 años. Honduras no sólo se fue construyendo política y administrativamente como un territorio definido, sino también con una población diversa. Encontramos aún un país que tiene una población étnica importante. Ha habido voluntad para algunas problemáticas, pero a la vez necesitamos la contribución de una élite.
¿Cuál es el legado más importante que ha dejado la colonización española y que hoy todavía es una realidad en Honduras?
Nosotros como hondureños heredamos un idioma que es la lengua española, igual que hasta cierto tiempo en Honduras se declaró que se profesaba la religión católica. Entonces hay elementos que todavía perduran desde los 300 años que estuvo el gobierno español administrando lo que fue la provincia de Honduras y a nivel cultural tenemos legados arquitectónicos como las edificaciones religiosas.
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¿En esa etapa de colonización fueron más los beneficios para la Corona española que la herencia idiomática y cultural que nos dejaron?
Claro que sí. Ese fue el objetivo del gobierno español. Llegaron a América para poder llevarse todas las riquezas que podían y en el caso de Honduras fue una de las provincias de Centroamérica más ricas en minería. Fue una colonización agresiva que afectó muchísimo a la población indígena. Hay registros de que casi en un 90% fueron desaparecidas las poblaciones indígenas por enfermedades a las que no estaban acostumbradas y que traían los colonizadores españoles.
Después de 200 años de la égida española, ¿queda el resquicio de algún tipo de dominio o injerencia española sobre Honduras?
No podemos asegurar que el 15 de septiembre de 1821 fue el momento que finaliza la administración colonial de España, particularmente en Centroamérica. Lo que se da es un proceso de transición a la historia moderna y contemporánea de Centroamérica.
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¿Se han cumplido los retos de estos países en relación a las metas de los independentistas?
Por un lado encontramos que Honduras es uno de los países de Centroamérica con un lento proyecto de la búsqueda de esa libertad que se proclamó en 1821. Como Estado-nación todavía estamos en un proyecto inconcluso, con problemas como la fuerte dependencia económica de Honduras; aun cuando fueron proyectos de la Federación Centroamericana y del mismo Francisco Morazán, no sólo unirse a cinco provincias, sino también a tener libertades económica.
En estos 200 años de independencia política de España, ¿en qué ha cambiado o mejorado Honduras?
Podemos encontrar esas partes positivas de Honduras en estos 200 años. Honduras no sólo se fue construyendo política y administrativamente como un territorio definido, sino también con una población diversa. Encontramos aún un país que tiene una población étnica importante. Ha habido voluntad para algunas problemáticas, pero a la vez necesitamos la contribución de una élite.
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