Tegucigalpa, Honduras
La estructura criminal de la cual forman parte al menos 20 oficiales y 10 agentes de la Policía, según informes internos, venía operando en la zona sur y central de Honduras desde el 2000.
Se señala como cabecilla al diputado Armando Ávila Panchamé y a un gerente de una empresa agrícola del sur.
Los informes investigativos actualizados hasta mayo de 2016, contenidos en el expediente SEDS-0416-2010, mencionan como involucrados a tres oficiales que para el 2016 ya ostentaban el rango de comisionados generales, dos comisionados, 10 subcomisionados, un comisario, tres subcomisarios y un inspector.
Igualmente se menciona a cuatro policías de análisis, entre ellos un clase I. Asimismo cuatro policías de Tránsito: un clase I, dos agentes y un motorizado. Aparecen también dos conductores de patrulla.
En el 2003, cuando el agente preventivo Estrada Izaguirre envió su informe a la Dirección de la Policía, los oficiales mencionados tenían dos rangos menos.
De los tres comisionados generales, dos ya están retirados y uno fue depurado el año pasado. Cuando se les involucró en el 2003 y se les investigó en el 2004, uno era comisionado y los otros dos eran subcomisionados.
Vea aquí los documentos que salpican a los policías
También se involucra a dos comisionados, uno ya retirado y otro suspendido por la Comisión de Depuración, luego que apareciera su nombre en un informe sobre su presunta participación en el asesinato del zar antidrogas Julián Arístides González y el asesor en seguridad Alfredo Landaverde. En el 2003 uno de estos comisionados era comisario.
De igual manera aparecen los nombres de diez subcomisionados, seis están activos y en proceso de ascenso.
Otros tres fueron separados por la Comisión de Depuración y uno fue suspendido por estar relacionado también con los asesinatos de González y Landaverde. En el momento que el policía Estrada Izaguirre los denunció, ellos eran subcomisarios.
Asimismo, hay un comisario que en aquel entonces era inspector que recientemente fue depurado.
También están en lista tres subcomisarios, dos preventivos y uno de investigación. Los tres ya están fuera de la Policía. Uno de ellos había sido capturado en noviembre de 2013, en una operación antidrogas; sin embargo, apareció en la lista de subcomisarios separados de la policía por la Comisión de Depuración, según el comunicado número 15.
Escala básica
De los nueve agentes que aparecen en los informes, cinco siguen activos, otro fue jefe de análisis y fue quien -el 16 de octubre de 2002- le tomó declaración al piloto colombiano Luis Mauricio Palacios Giraldo, y apareció muerto el 6 de abril de 2014 en una de las polvorientas calles de la zona sur.
Los malhechores dejaron un mensaje en el costado izquierdo del carro al marcar Z9Z.
Otro informe de Inspectoría General publicado por EL HERALDO en 2014 hace referencia a que este agente de análisis también formó parte de un grupo de policías que estarían detrás del asesinato de una persona en Apacilagua, hecho ocurrido a finales de 2011, a quien le quitaron una enorme cantidad de dólares.
Igualmente a uno de los policías de Tránsito que se mencionan en los informes también se le relaciona en el asesinato del fiscal Eduardo Díaz Mazariegos, ocurrido en Choluteca en septiembre de 2012.
Casi todos los oficiales y agentes que Estrada Izaguirre mencionó en su informe han resultado involucrados en diferentes hechos delictivos, de acuerdo con investigaciones internas de la Policía que se elaboraron y documentaron, pero que nunca llegaron al conocimiento del Ministerio Público, y las pocas denuncias que se interpusieron en esta instancia desaparecieron, según ha declarado un testigo.
Recientemente a la Comisión de Depuración se le extendió un año más su labor para que termine de sacar a los oficiales y agentes cuestionados por cometer delitos y aparecer involucrados en estructuras criminales.