La Iglesia Católica de Honduras aspira a que la Junta Nominadora y el Congreso Nacional escojan a “magistrados probos y amantes de la justicia” con quienes “se podrá formar una convivencia ciudadana pacífica y equitativa”.
Por ahora, la Iglesia considera que las organizaciones no gubernamentales están haciendo un buen trabajo en el proceso de escogencia de los 45 profesionales que serán sometidos a consideración del Congreso Nacional.
En su editorial de Fides, la iglesia dice que “el trabajo se está haciendo bien por parte de quienes, por ley, son los encargados de determinar los nominados finales. No así en el seno de los partidos políticos donde la elección de la nueva Corte Suprema de Justicia se mira con una diferente óptica”.
Según la Iglesia, “los políticos miran la integración de la próxima Corte, a partir de la militancia política de quienes sean elegidos”.
Y es por ello 'que desde ahora, quienes sienten que no tienen muchas posibilidades de colocar miembros de su partido como nuevos magistrados, están en plena campaña de descrédito del proceso que están realizando las entidades de la Sociedad Civil”.
Para la Iglesia hondureña “también se está menospreciando la honorabilidad de los diputados actuales, pues ya se afirma que quien vote favoreciendo a determinados partidos será compensando con una suma millonaria”.
Todo esto crea un clima de desconfianza “ya que los hondureños desean se integre una Corte Suprema formada por profesionales capaces, honestos, independientes y que tengan un profundo celo por impartir justicia, fundamentados en el respeto a la ley”.
Los aspirantes a la Corte Suprema de Justicia actualmente están sometidos a las pruebas de confianza y del 5 al 15 de diciembre desfilarán por las audiencias públicas.
A criterio de la Iglesia Católica, Honduras urge de una Corte Suprema de Justicia que aplique la ley de manera justa reconociendo la igualdad entre todos los hondureños.