Comayagua, Honduras
Caídas de aguas de hasta 80 metros de altura, en medio de una verde vegetación, aves exóticas y lugares para hacer deportes extremos son los espectaculares atractivos que ofrecen los municipios de La Paz y Comayagua a los veraneantes.
La ruta turística inicia en el kilómetro 81 de la carretera CA-7 que conduce de la ciudad de La Paz hacia Marcala. Durante este viaje los turistas pueden hacer su primera parada en Cane para visitar el mirador del Cristo del Cerro y observar los hermosos murales que decoran las calles de ese pintoresco municipio.
Al seguir el recorrido por la carretera, los turistas tiene varias opciones a visitar al pasar por los municipios de Pedro de Tutule, San José, Chinacla y Marcala, los cuales poseen hermosos ríos de agua cristalina para bañar.
Sitios naturales
Uno de los lugares con mayores atractivos es Marcala, ya que cuenta con bellos parajes naturales como La Estanzuela, La Chorrera y El Chiflador en donde existen impresionantes cascadas y posas de agua que se forman en los ríos.
Para llegar a los balnearios de La Estanzuela y La Chorrera el turista debe tomar la carretera pavimentada que conduce de Marcala a La Esperanza, sí, esa que ahora solo lleva 30 minutos recorrer. El acceso a estos balnearios es por calle de tierra y se encuentra en regulares condiciones.
“Aquí la gente la pasa bien, vienen en gran cantidad porque es agua limpia que corre por el río hay una hermosa cascada”, presume Juan Carlos Argueta, habitante de la comunidad de La Chorrera.
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Canopy de lujo
Sin duda la adrenalina podrá ser puesta a prueba para los amantes de los deportes extremos con el primer canopy de la zona central, considerado uno de los más grandes del país y de Centroamérica.
Está instalado en la comunidad de El Chiflador, Marcala, en medio de un bosque y con una caída de agua impresionante en donde al aventurero puede vivir la experiencia de pasar a escasos metros de la cascada mientras se desliza por los cables de acero.
Consta de seis cables para hacer un recorrido de tres kilómetros, puestos en distintas direcciones y con alturas de 100 hasta 300 metros.
“Se vive una adrenalina increíble en donde la gente pueda pasar cerca de una cascada de 80 metros y con una vegetación hermosa”, dijo Christian Castañeda, dueño del canopy. Este lugar está a cinco kilómetros de Marcala.
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