COMAYAGUA, HONDURAS.- María Dolores, dueña de un negocio de comidas, cerca del mercado San Francisco, tuvo que cerrar su establecimiento hace tres meses debido al aumento de costos operativos y las bajas ventas.
En su negocio, Dolores vendía alimentos como enchiladas, tacos y pollo con tajadas, entre otros. Pero el local que alquilaba aumentó de precio, el recibo de luz traía dos mil lempiras más de lo que pagaba hace dos años, lo que la obligó a cancelar su fuente de ingreso.
“Prácticamente solo hacía para pagar el local, pagar la luz, comprar los alimentos, y solo me quedaban libres como tres lempiras al mes y con es no iba a mantener a mis dos hijos”, explicó Dolores.
Según datos de Administración Tributaria de la Alcaldía, en 2017 se abrieron 105 negocios, de estos, 32 cerraron operaciones, representando un 30%.
El año pasado se abrieron 150 negocios de los cuales al menos 45 establecimientos cerraron, lo que representó también un 30%.
La principal causa fue el alto costo de operación que incluye pagos de licencias sanitarias, ambientales, permisos de operación, pago de locales, servicios públicos, entre otros gastos que implica tener un negocio de forma legal.
A esto se suman las bajas ventas; una por el crecimiento de negocios informales y otra por la falta de empleo y bajos salarios a los trabajadores.
Luchan por mantenerse
En la ciudad aún existen negocios antiguos que se mantienen operando a pesar del aumento de cargas fiscales y competencia desleal y otros factores que ponen en riesgo su estabilidad.
Un ejemplo de esto es la barbería Colonial, que tiene 29 años funcionando.
Selvin Omar Díaz, propietario de este negocio, expresó que han servido como fuente de empleo para muchos barberos de otros negocios que han cerrado por los altos costos operativos.
Y agregó que para mantenerse tantos años en el corte de cabello ha tenido que ser disciplinado con sus finanzas y hasta mantener los precios de hace ocho año atrás.
“Hemos absorbido empleados de otras barberías que han cerrado y para mantenernos activos es necesario tener un horario establecido, brindar atención de calidad, mantener el precio y disciplina en las finanzas, ya que las cargas fiscales han subido y, en mi caso, lo que más hemos sentido es el aumento de la energía”, manifestó Díaz.
En la actualidad, en la barbería Colonial trabajan dos empleados que hace pocos meses cerraron su negocio de corte de cabello por el alto costo de la energía y por el aumento del local que alquilaban. En el caso de esta barbería, el costo de operación ronda los ocho mil lempiras mensuales.
