“Allí hay comida de sobra, pero si no quieren comer, yo no les puedo obligar'.
Con esas enfáticas palabras, el presidente de la república, Juan Orlando Hernández, se refirió a la polémica situación de 'huelga de hambre' que estarían protagonizando en las últimas horas los 37 reos más peligrosos de Honduras trasladados a la cárcel de máxima seguridad denominada El Pozo.
'Yo no puedo ir a rogar a una de estas personas que coma si no quiere comer; pero que tiene la comida disponible, la tiene; que tienen también agua purificada que no tienen miles de hondureños en su casa, sí la tienen', añadió el mandatario.
Hernández explicó que, lejos de retroceder, la medida de trasladar a este presidio a los cabecillas de maras o pandillas continuará, pues en los próximos días se espera que otros 20 carcelarios pisen el suelo de El Pozo.
'No podemos retroceder ni un milímetro', afirmó el presidente, ya que según él el país se apresta a vivir un intenso cruce de criterios por las medidas de seguridad y aislamiento que se han tomado contra este grupo de reclusos.
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Criminalidad desde adentro
Las críticas no se han hecho esperar, unos a favor de la medida y otros en contra del aislamiento extremo en el que se encuentran estos presidiarios.
En torno a esto, el presidente dijo no entender las críticas, ya que con esta decisión se busca erradicar los crímenes que se autorizan desde las penitenciarías de Honduras, bajo las órdenes de los cabecillas de las maras.
'Pero lo que yo no puedo entender y se los dice alguien que cree en los derechos humanos, es que exista gente en Honduras que se quiera hacer de la vista gorda sobre cuántos actos crímenes se ordenaron desde las cárceles', dijo un desconcertado Hernández.
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Hernández ejemplificó que, por medio de la mamá de un reo, 'uno de estos individuos le mandó un papel a un compañero afuera y su madre pensaba que eran números y letras... cuando descifran el mensaje afuera, es la orden para matar a unos miembros de la mara rival o de la pandilla contraria'.
Aseguró además que desde lo interno, se ordenaban extorsiones con celulares que les llevaban a los reclusos o con llamadas por internet con routers que instalaban alrededor de las cárceles.
'Entonces, díganme si es que acaso el resto del pueblo hondureño y las víctimas no tienen derechos humanos', enfatizó el titular del Poder Ejecutivo.
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Instalaciones de El Pozo
Respecto de que las instalaciones no están concluidas o que carecen de infraestructura, el titular del Ejecutivo afirmó que 'no se crean que estamos abusando de ellos -los reos-; yo conocí esa cárcel y toda su estructura hace unos tres meses atrás, también la de Morocelí y la de El Porvenir y no sólo con los planos, las he ido a ver más de tres veces, sin necesidad de decirle a nadie'.
En torno a los espacios de las celdas, el mandatario afirmó su construcción está concluida y son recintos en los que cabe una o dos personas nada más, ya que el objetivo es mantener a esa persona aislada, para que no tenga comunicación con nadie, porque de lo contrario continuaría activos en el delito.
'Yo creo firmemente en los derechos humanos, pero las víctimas también tienen derechos humanos, el pueblo hondureño también los tiene', agregó, al tiempo que dijo que la cárcel está construida acorde con los estándares internacionales que las Naciones Unidas.
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Advertencia
Una férrea advertencia a los reclusos que guardan prisión en los demás presidios del país también hizo Hernández este miércoles, al asegurar no habrá cabida para la criminalidad de ahora en adelante.
'El que quiera ir por el camino bueno y tener la oportunidad de trabajar en un taller de carpintería, de soldadura, aprender computación, aprender a cultivar el campo, habrá ese espacio; pero el que escoja el camino de estar delinquiendo desde la cárcel va a encontrar El Pozo número uno, El Pozo número dos, el número tres o el número cuatro', sentenció.
Asimismo, reconoció que hay personas a las que la falta de oportunidades las ha orillado a delinquir y hay otras que desean alejarse de la criminalidad, pero la manera en la que están construidos los presidios del país, los orillan a realizar actividades ilícitas; no obstante, los instó a desistir de realizar estas actividades.
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