TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Sus últimas declaraciones públicas las expresó vía Twitter al afirmar que no era “un momento fácil”. Así fue como el expresidente Juan Orlando Hernández confirmó que Estados Unidos solicitaba su extradición y debía entregarse a la justicia.
Hablamos de la mañana del 15 de febrero de 2022, cuando a solo dos semanas de haber entregado el poder de la Presidencia de la República, la residencia del exmandatario fue rodeada por elementos policiales. Pero el hecho no causó sorpresa alguna entre los hondureños, únicamente era incógnita la fecha en la que se ejecutaría el proceso, ya que muchas veces había sido vinculado con narcos hondureños en juicios ante la justicia del país del norte.
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A continuación un repaso de la caída del político que se convirtió en presidente, se reeligió, ostentó el poder por doce años y mientras asumía a todas luces una lucha frontal contra el narcotráfico, según las acusaciones de Estados Unidos por otro lado aniquilaba al resto de cárteles y retenía para él y sus socios el monopolio del narcotráfico.
Ligado al narcotráfico
Testimonio que lo hundió (2021)
Un contador que testificó en el juicio contra Geovanny Fuentes, en marzo de 2021, relató cómo fue la reunión que sostuvo el exmandatario con otros personajes señalados por narcotráfico, ahí empezó la caída de Hernández.
“En la oficina de la arrocera hondureña había una mesa redonda, un sillón azul y una barra de licores. También, según un excontador de la empresa, había reuniones entre un narco local y el actual presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández”, comenzó diciendo José Sánchez, el testigo identificado por la Corte como “contador”.
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En esos encuentros hablaron de “la protección y el trasiego de drogas”, dijo.”No podía creer lo que estaba viendo”, dijo Sánchez sobre la primera de esas dos reuniones, durante la campaña electoral hondureña de 2013.
“Estaba viendo al candidato a la presidencia con un narcotraficante reunido”.
El contador relató que, en el primer encuentro que presenció entre Fuentes y Hernández, éste propuso “que el señor Geovanny Fuentes con su narcolaboratorio trabajara para él”.
“El señor Juan Orlando Hernández le dijo que no había que preocuparse por la justicia ya que tenía al fiscal (general Oscar) Chinchilla para protegerlo y que el trasiego de la droga se haría por medio de transporte militar y policial”, señaló Sánchez.
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Añadió que Hernández sostuvo que “cuando EE.UU. se diera cuenta ya habrían modificado las leyes a su favor” para eliminar la extradición, algo que no alcanzó a hacer.
Según Sánchez, el ahora exmandatario tomó entonces un trago y afirmó: “Les vamos a meter la droga a los gringos en sus propias narices y no se van a dar cuenta”.
Durante el juicio celebrado en la corte federal de Manhattan surgieron otros testimonios contra el expresidente de Honduras, quien ha negado en distintas ocasiones tener vínculos con el narcotráfico.
JOH, el co-conspirador (2019)
Antes de esa ocasión Hernández ya había sido mencionado. En 2019, durante el juicio a su hermano Tony Hernández, el expresidente fue señalado como co-conspirador por los fiscales: plantearon con base en testimonios que Hernández recibió millones de dólares del narcotráfico para campañas políticas, incluso llegó a recibir dinero de “El Chapo” Guzmán.
Años atrás de la captura de Tony, fue Devis Leonel Rivera, un exlíder del grupo narco hondureño Los Cachiros quien aseguró haber pagado US$250.000 a Hernández para que lo protegiera.
El Chapo financió campaña presidencial (2013)
Ardón, quien se entregó voluntariamente a Estados Unidos en marzo de 2019, aseguró que en 2013 él personalmente observó cuando Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán le entregó un millón de dólares a Tony Hernández para que se los entregara a su hermano Juan Orlando Hernández.
Ardón dijo que el mismo presidente Juan Orlando Hernández le pidió miles de dólares para apoyar su reelección en 2017 y que a cambio le prometió protección en el narcotráfico.
El testigo afirmó que se reunió con el mandatario seis meses antes de las elecciones y que entregó más de dos millones de lempiras en sobornos en los departamentos de Lempira y Copán.
Financiamiento de campañas (2009 y 2005)
También fue mencionado por Víctor Hugo Díaz, alias ‘El Rojo’, quien aseguró en su testimonio que Tony Hernández le pidió 40 mil dólares para financiar la campaña de su hermano, Juan Orlando Hernández, en 2005. En su segundo día ante la Corte Sur del Distrito Sur de Nueva York, ‘El Rojo’ aseguró que en 2009 pagó 100,000 dólares para financiar la campaña de Porfirio Lobo Sosa, quien buscaba la presidencia, y ahí volvió a mencionar a JOH, quien aspiraba a la reelección como diputado y apuntaba a la titularidad del Congreso Nacional.
Alexander Ardón Soriano, exalcalde de El Paraíso, Copán, fue el segundo narcotraficante en declarar en el juicio de Tony Hernández y también salpicó a JOH.
JOH: Narcos se están vengando
Para el exgobernante, todas las acusaciones contra él y contra su hermano son venganzas de los narcos que su gobierno extraditó o acorraló para que se entreguen. Dice que buscan reducir sus penas.
‘Cómo creer testimonios falsos que yo hacía tratos con los narcos, cuando es hecho comprobado que Los Cachiros buscaron un trato con USA por lo imposible de los criminales de hacer un trato conmigo’, aseguró.
“Ellos son asesinos confesos, no de uno o de dos asesinatos, son asesinos múltiples, y hoy hacen esas ridículas acusaciones contra las instituciones y las personas que expusimos nuestras vidas al tomar las decisiones necesarias para cambiar el rumbo del país, pero aquí en Honduras todos nos conocemos y, como dice el dicho, entre cielo y tierra no hay nada oculto y la verdad siempre sale a la luz”, asegura.
Aseguró que muchos narcotraficantes se encuentran en los Estados Unidos tratando de reducir sus penas con ridículas acusaciones en contra de las instituciones y de las personas que los enfrentaron aún exponiendo sus vidas.
Hernández desde la llegada a Cancillería de la solicitud de extradición no ha claudicado en decir que todo obedece a una venganza de los narcos que extraditó. Su esposa a través de Twitter ha enfatizado también que todo se origina de una venganza.
El día de la captura: 15 de febrero
La jornada comenzó la noche anterior al 15 de febrero, cuando Cancillería confirmó que la petición había llegado. La residencia de Hernández fue rodeada por al menos 600 policías, medios de comunicación y hondureños que querían confirmar con sus ojos lo que sucedía.
Tras una noche de vigilia, el exgobernante que más temprano había dicho se entregaría voluntariamente finalmente salió de su casa en Residencial Palmeras de San Ignacio, tras girársele una orden de captura.
Al salir le esperaba un nutrido grupo de agentes policiales y el titular de Seguridad, Ramón Sabillón, quienes le colocaron un chaleco antibalas y lo esposaron de pies y manos.
Tras ponerse a la orden de las autoridades, el exgobernante fue trasladado en una caravana vehicular y bajo un fuerte operativo terrestre y aéreo hacia la Dirección de Fuerzas Especiales.
Le negaron arresto domiciliario
Desde ese día (15 de febrero) el exmandatario, del Partido Nacional, permanece recluido en la Fuerza Nacional de Operaciones Especiales, conocido como los Cobra y pese a que sus apoderados legales solicitaron arresto domiciliario, el juez Edwin Ortez negó la solicitud el día siguiente. Situación que ha sido objeto de denuncias por parte de la ex primera dama quien asegura se le han violentado sus derechos humanos.
Este miércoles Hernández, considerado por Estados Unidos un narco a gran escala acudió a su segunda audiencia donde se decide el siguiente paso sobre el pedido de extradición.