TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La Fiscalía Especial para la Transparencia y Combate la Corrupción Pública (Fetccop) iniciará hoy una exhaustiva inspección de los últimos tres hospitales móviles adquiridos por Inversión Estratégica de Honduras (Invest-H) para enfrentar la pandemia del covid-19.
Los 87 módulos que conforman los hospitales móviles de La Ceiba, Danlí y Juticalpa llegaron a puerto el pasado jueves provenientes de Turquía, a bordo del buque Gala.
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Desde ese mismo día, los agentes de investigación se encuentran en las instalaciones de la Operadora Portuaria Centroamericana para verificar el proceso de desaduanaje de los hospitales.
“Ya hay equipos fiscales y agentes de la ATIC que han estado desde que llegó el último barco con los hospitales móviles haciendo las supervisiones”, confirmó Yuri Mora, vocero de la Fiscalía.
Los agentes de tribunales y un equipo de biomédicos contratados por la Fiscalía verificarán al dedillo qué es lo que viene en cada contenedor, cuánto costaron los módulos hospitalarios y si lo que viene está en óptimas condiciones para atender a pacientes afectados por el nuevo coronavirus.
La inspección se extenderá durante toda esta semana y hasta que concluya este proceso saldrán los contenedores para su destino final e instalación.
En la inspección participan, además, el Tribunal Superior de Cuentas (TSC), el Consejo Nacional Anticorrupción y otros organismos de la sociedad civil y hasta un grupo de técnicos de la misma Invest-H.
El Ministerio Público tiene abierta una extensa línea de investigación que podría judicializarse una vez que concluya la inspección de estos últimos tres hospitales.
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Aunque todavía está a la espera de las asistencias judiciales solicitadas a Estados Unidos, Panamá, Guatemala y Turquía, cuya finalidad es seguirle la pista al dinero que se destinó para la compra de los hospitales.
Irregularidades
Los siete hospitales móviles fueron comprados con fondos estatales a la intermediara de origen estadounidense Elmed Medical System, una empresa de dudosa reputación a la que se le desembolsaron, en un acto de buena fe, más de 1,174 millones de lempiras por parte del exdirector de Invest-H, Marco Bográn.
La compra está viciada de una serie de irregularidades desde sus inicios, entre ellos la firma de un contrato, hubo un plagio de documentos y hasta una millonaria sobrevaloración en los costos de los equipos.
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Los primeros dos hospitales (el de SPS y Tegucigalpa) llegaron al país a finales de julio. Hasta ahora, solamente el de San Pedro Sula está atendiendo a pacientes. Los de Tegucigalpa y Santa Rosa de Copán, que llegó a inicios de octubre, están en proceso de instalación.
Ocho meses pasaron desde la dudosa compra y hasta ahora nadie está tras las rejas, y tampoco los hospitales están funcionando a cabalidad.
A criterio del jefe de Investigaciones del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Odir Fernández, “los hospitales móviles son un monumento más a la corrupción en Honduras. Aparte de sobrevalorados nunca van a funcionar”.
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