Honduras

Llamarán a testificar a cuatro oficiales por robo de 22 RPG-7 en Honduras

René Osorio confirma que solo hay dos sargentos detenidos por la sustracción de armas de guerra. Medidas se toman tras investigación de EL HERALDO

07.04.2014

Casi 20 meses han transcurrido desde que se robaron 22 RPG-7 de las bodegas del Comando de Apoyo Logístico de las Fuerzas Armadas (Calffaa) y apenas avanzan las investigaciones sobre la sustracción de las poderosas armas de guerra.

El jefe del Estado Mayor Conjunto, René Osorio, informó ayer que todavía se trabaja en el proceso de investigación acerca del robo de las armas que días atrás denunció la Unidad de Investigación de
EL HERALDO.

+ Se roban del CALFFAA 22 RPG-7 con sus respectivas municiones

Osorio confirmó que hay dos sargentos detenidos en las instalaciones del Primer Batallón de Infantería y mencionó que se llamará al menos a cuatro oficiales, incluido un comandante, para establecer quiénes sacaron los RPG-7 y adónde fueron a parar.

El jefe militar no dijo por qué estos oficiales no habían sido llamados a declarar si el robo se perpetró en 2010.

Fue el pasado 6 de febrero cuando EL HERALDO
reveló que en junio de 2010 fueron extraídos del Comando de Apoyo Logístico los 22 lanzacohetes RPG-7 y sus respectivas municiones.

“Las personas están detenidas en el Primer Batallón de Infantería para seguir la investigación pertinente, el caso lo lleva el Juzgado de Primera Instancia Militar, hay dos personas detenidas y cuatro que están siendo llamados a testificar por la relación con el delito”, afirmó.

Pistas
El jefe del Estado Mayor indicó que existen algunos indicios que establecen que las armas podrían estar en el departamento de Comayagua, aunque se negó a brindar mayores detalles.

“Hay seguimiento en el sector de Comayagua, tenemos algunos indicios y por ahí va el caso en ese sentido”.

Las autoridades de la Secretaría de Defensa han pretendido minimizar el robo de los RPG-7 al señalar que se trata únicamente de cañones o tubos “que no representan un peligro letal” para la ciudadanía.

Según fuentes consultadas, los RPG-7, que se perdieron completos, son dispositivos de alto poder que se utilizan para la destrucción de objetivos específicos como tanques, aviones y carros blindados. Esta arma está conformada por un cohete y un sistema de propulsión.

“Se están investigando oficiales y hasta el mismo comandante tiene que testificar ante el juez. Hay gente que ha aprovechado el narcotráfico y el crimen organizado para entrar a contaminar y poder reclutar personal nuestro para poder conseguir pertrechos de guerra, llámese munición y armas”, aseguró Osorio.

Meses atrás, de una base militar en San Pedro Sula también fue robada una narcoavioneta.

Ambos casos ponen en entredicho la seguridad en las instalaciones militares.

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