Tegucigalpa, Honduras .- La hondureña Kensy García Torres conocida como “La muñeca de la mafia” recobró su libertad luego de cumplir un castigo de más de tres años de prisión en Estados Unidos.
El Buró Federal de Prisiones de Estados Unidos (BOP por sus siglas en inglés) revela que García Torres de 43 años y con número de registro 02736-506, “no se encuentra bajo custodia desde el 22 de octubre de 2024”.
Sin embargo, la Corte Federal del Distrito Sur de la Florida dictaminó que “La muñeca de la mafia” deberá cumplir un período de dos años bajo libertad supervisada, tiempo en el cual deberá demostrar su reintegración a la sociedad y cumplir con los requisitos establecidos por el sistema de justicia.
Ella se declaró culpable de lavar más de 1.8 millones de dólares a poderosos capos de la droga que fueron extraditados a Estados Unidos.
En un acuerdo de culpabilidad firmado entre García Torres y la fiscal de Miami, Christine Hernández, la hondureña admitió entre octubre de 2018 y julio de 2019 que un grupo de personas conspiró junto con ella para participar en una serie de transacciones para beneficiar a los cómplices del narcotráfico en su lavado de dinero de las drogas.
De acuerdo a la Fiscalía, se vio implicada en al menos cinco transacciones de grandes cantidades de dinero cuyo destino final fue Honduras.
Los nexos de Kensy García con el narcotráfico se remontan a más de ocho años, cuando trabajó y se asoció con narcotraficantes que hoy cumplen severas condenas de prisión en Estados Unidos.
Además, tuvo relaciones comerciales con poderosos políticos del Partido Nacional de la zona occidental del país, que son objeto de investigación por la Fiscalía Especial contra el Crimen Organizado.
¿Qué investigaciones hundieron a la hondureña?
De acuerdo a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), un coconspirador y el testimonio de un agente encubierto, junto a otras evidencias, revelan que entre octubre de 2018 y julio de 2019, un grupo de personas conspiró junto con Kensy Torres para participar en una serie de transacciones ilícitas para beneficiar a los cómplices del narcotráfico en su lavado de dinero de las drogas.
Los investigadores lograron detectar que el 13 de diciembre de 2018, Torres “se comunicó con una fuente humana confidencial que trabaja para la Oficina Federal de Investigaciones y le informó que un coconspirador pronto lo contactaría para comenzar el lavado de dinero”.
No obstante, Kensy Torres nunca se imaginó que estaba siendo investigada y que pronto sería capturada.
Días después, Torres proporcionó a la fuente de la DEA un desglose de las comisiones y le informó que obtendría una ganancia del uno por ciento.
Mientras una empresa relacionada a la fuente de la DEA recibiría el 4% de las ganancias y que un total del 7% se dividiría entre Torres, una mujer asociada con ella y un cómplice.
Torres y sus cómplices “repatriaron las ganancias del narcotráfico, trasladando dinero de Estados Unidos a Honduras”.
Los fiscales aseguran que la mujer “sabía que el dinero involucrado en las transacciones era producto de actividades de tráfico de narcóticos y que las transacciones se estaban realizando de una manera para ocultar el hecho de que era producto de actividades de tráfico de narcóticos”.
De las pesquisas lograron demostrar, entre otras cosas, que Torres y sus cómplices realizaron cinco entregas masivas de dinero en efectivo en Estados Unidos, que posteriormente fue transferido a Honduras a través de cuentas bancarias y a través de mensajeros humanos.
“Ella recibió pago de comisiones después de las entrega en efectivo a granel”, señalaron los fiscales.
Durante el tiempo que Kensy Torres participó en la conspiración, lavó 1,804,407.27 dólares y recibió 121,382.00 dólares en comisiones.