Tegucigalpa, Honduras
Óscar Aragón Everest u Óscar Everest Vega Aragón, considerado el brazo derecho del supuesto capo Wilter Neptaly Blanco Ruiz, opera en el sector de Palacios, Gracias a Dios, en conexión con otros capos de La Mosquitia, según reportes militares.
Un informe con fecha 16 de noviembre de 2013 sobre una operación, realizada un mes antes, contra el tráfico de drogas en esa vasta zona caribeña revela cómo este nativo defiende con plomo y sangre sus actividades ilícitas y su territorio ante los grupos rivales o ante la persecución de las autoridades.
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Igualmente, agentes antinarcóticos señalan a Óscar Aragón Everest como el principal lugarteniente de Wilter Blanco Ruiz, supuesto líder del Cartel del Atlántico, quien tras operar por años en los departamentos de Gracias a Dios, Colón, Islas de la Bahía y Atlántida, últimamente extendió sus actividades al occidente del país, aliándose con el narcotraficante guatemalteco-hondureño conocido como “El Rojo”, así como con políticos de la zona.
Recientemente, la Embajada de Estados Unidos dio a conocer un listado de ocho hondureños investigados por narcotráfico y en él aparecen los nombres de Wilter Blanco Ruiz, Óscar Aragón Everest, Fredy Mármol y Johana Martínez, personas muy conocidas en La Mosquitia, y que han hecho de esta tierra de nadie su centro de recibimiento y distribución de drogas desde hace muchos años.
Operación
A mediados de octubre de 2013, un equipo de la Fuerza Naval realizó una operativo en el sector de Palacios, en la comunidad de Batalla y sus alrededores, luego de conocer que en menos de una semana habían aterrizado dos narcovionetas sin que los oficiales asignados a ese “sector hubieran hecho el menor esfuerzo por evitarlo, ya que como lo hizo saber el alf de frag (alférez de fragata) Gómez, a quien con anticipación de 10 horas se le dio toda la información sobre el aterrizaje de una aeronave y dijo que no acudió por miedo a un enfrentamiento armado con los narcotraficantes”.
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Debido a esto y por mando superior, a un oficial (se omite su nombre por seguridad) se le ordenó planificar una operación encaminada a limitar a cero el accionar del narcotráfico en ese sector.
El domingo 20 de octubre de 2013 la unidad inició la misión en la parte sur de la Laguna de Ibans constando que las dos pistas cruzadas en las coordenadas lat. 15°50’ 22.00” N y long. 084°46’ 40.00” W (se lee latitud 15 grados, 50 minutos 22.00 segundos, norte y longitud 84 grados 46 minutos 40 segundos, oeste) que habían sido destruidas estaban siendo reparadas y una tercera en las coordenadas lat. 15°50’ 22.3” N y long. 084°45’ 49.8” W ya estaba operativa.
Días después, al sur de la laguna, entrando por el sector conocido como Landing, en las coordenadas lat. 15°50’ 07.6” N y long. 084°47’ 52” W para dirigirse a las coordenadas lat. 15°49’ 49.1” N y Long. 084°47’ 23.1” W los patrulleros alcanzaron una pista que fue destruida el 24 de julio de 2013, constatando que había sido reconstruida y se encontraba 100% operativa. En los alrededores se apreciaba un cementerio de narcoavionetas.
Según el reporte, la pista pertenece a Fredy Ávila Ramos (un narco de la zona que supuestamente murió en agosto de 2013 al enfrentarse con una banda rival). El 22 de octubre la misión continuó con destino al sur de la Laguna de Ibans siguiendo la información que en las cercanías se encontraba un tractor con el que estaban reparando las pistas y que también había servido para hacer una carretera desde cercanías de Siko a la aldea de Limonales y que los narcotraficantes pretendían continuarla hasta la comunidad de Las Marías y de allí a Brus Laguna.
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En la búsqueda de la máquina, los patrulleros se toparon con 46 galones de gasolina de avión y dos embarcaciones, una de 36 pies de eslora, 6 de manga y 3 de puntal, tres motores Yamaha nuevos de 200 hp (caballos de fuerza) cada uno y la otra sin motores, la que por ser demasiado grande y difícil de sacar fue incinerada. La embarcación con los tres motores, según las investigaciones, pertenecía a Óscar Aragón Everest.
En el avance, las autoridades se toparon con una quinta narcopista, ubicada en las coordenadas lat. 15°48’ 08” N y long. 084°48’ 54.5” W a 50 metros de una hacienda, que según las indagaciones también pertenece a Óscar Aragón Everest. La pista estaba totalmente reparada, había huellas de tractor; mientras que en la hacienda solo deambulaban varios cerdos.
Un informante, de acuerdo con el reporte, dijo a las autoridades que Óscar Aragón Everest hacía un mes había asesinado a un trabajador porque no le llevó un vaso con agua.
La unidad se dividió para realizar la búsqueda del tractor. Por tanta huella que la máquina había dejado era imposible saber la dirección que había tomado. Al regreso sucedió un incidente, “el alférez de fragata Jorge Alberto Gómez Bonilla al momento de recogerlos en la playa realizó un tiroteo sin ninguna justificación, la única excusa que expuso fue que era señal para que los ubicaran, pero es injustificado porque tenían focos de mano y de esa manera ya se sabía dónde estaban”. Ante la amenaza que el equipo estuviera infiltrado, el militar fue evacuado a Palacios.
Luego un equipo de seis hombres se dirigió a la hacienda de Óscar Aragón Everest en las coordenadas lat. 15°48’ 08” N y long. 084°48’ 54.5” W para continuar con la búsqueda del tractor. Se planificó llevar provisión para dos días, ya que esta hacienda se encuentra ubicada en el caserío de Natapara, comunidad de El Paro, donde pasa el canal del mismo nombre.
Se realizó una exhaustiva inspección buscando cualquier indicio, fue así que uno de los equipos reportó que a 300 metros de una hacienda estaba escondido entre la arboleda el tractor, el cual era un D-6 en excelente condición. Se constató que esta hacienda también pertenece a Óscar Aragón Everest, quien supuestamente extorsionó a su antiguo propietario para comprarla.
En los alrededores se observó la destrucción descontrolada de la flora. En el exterior de la casa se encontraban dos señoras quienes dijeron no saber nada, ya que ellas solamente laboraban dándole de comer a los trabajadores. Cuando el personal fue a verificar lo del tractor, las mujeres aprovecharon para huir, pues se percataron que se había encontrado. Más tarde, se conoció que una de ellas era la mujer de Óscar Aragón Everest.
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El oficial al mando de la operación solicitó permiso al fiscal contra el narcotráfico para allanar la hacienda, y se procedió a entrar en ella, en donde se encontraron dos bolsas conteniendo marihuana, dos uniformes: uno de cobra y uno camuflado.
Ataque
Presagiando amenazas los militares aseguraron el tractor y montaron vigilancia. Por la noche un informante alertó al jefe del equipo que 50 hombres de la banda de Fredy Ávila Ramos venían en apoyo a Óscar Everest Vega Aragón, dispuestos a atacar a la unidad militar, la cual a pesar de estar conformada solo por ocho hombres decidió enfrentarlos.
Al siguiente día, 6 mujeres llegaron a la hacienda alegando que se tenía detenidas a las dos mujeres de la casa y exigían su liberación. Cuando el jefe del equipo platicaba con ellas inició el ataque. Las mujeres corrieron y se perdieron en el bosque. El personal que custodiaba el tractor -4 hombres-, al verse casi rodeado, salió por la vía de escape y se unió a los demás. El tiroteo continuó seguido de una fuerte explosión. Los patrulleros contraatacaron y los narcodelincuentes se retiraron dejando el tractor dañado aunque recuperable. El ajetreo de la fusilería terminó en 20 minutos. El resto del día no se escuchó nada. Los militares se movilizaron a la casa de la hacienda abandonada.
El 26 de octubre, el encargado de la misión se enteró de que fueron 18 hombres dirigidos por Óscar Everest Vega Aragón quienes tras ejecutar el ataque se reconcentraron en una casa ubicada a 3 kilómetros. De inmediato salió una patrulla de reconocimiento, pero al llegar la casa estaba vacía, sin embargo, al regresar a la hacienda encontraron en un río un yet sky, una lancha de 25 pies de eslora y un motor 40 propiedad de óscar Everest Vega Aragón. Una nueva información alertó que los 50 hombres armados de Fredy Ávila Ramos venían en camino y que se le habían agregado diez elementos de Tano Moreno, otro presunto traficante de la zona.
Ante la advertencia se aseguró el área del tractor con alambre de púas y se colocó una emboscada. Mientras tanto dos elementos vigilaban desde una colina. A las 17 horas con 10 minutos (5:10 de la tarde), los centinelas reportaron el acercamiento de un grupo de individuos por el lado este de la hacienda. El equipo tomó posiciones defensivas bajo la disposición de disparar solo al escuchar la orden.
A las 17:15 (5:15 de la tarde) se inició un fuerte tiroteo, disparos de diferentes calibres con lanzagranadas y avance, “respondimos al ataque con fuego apuntado, pero no duró más de 15 minutos”, detalla el informe.
Al siguiente día (27 de octubre) todo estaba normal, sin embargo, a las 1325 horas (1:25 de la tarde) nuevamente un informante envió un mensaje de que un grupo de unos 30 individuos se había reunido y que estaban fuertemente armados, “por lo que de inmediato se dieron instrucciones para reforzar las defensas”.
“A las 15:20 horas inició el ataque procedente del sector noreste y noroeste, casi 180 grados de fuego, y los narcodelincuentes gritaban que nos matarían a todos”.
“Ordené a todos máximo control y que realizaran un disparo de fuego apuntado, los 2 hombres que envié a la colina iniciaron el fuego y regresaron mediante movimientos tácticos apoyados por todo el grupo”.
Los narcodelincuentes del noroeste establecieron una base de fuego y los del noreste llegaron aproximadamente 50 metros. La intención era la toma de la casa y para ello utilizaron francotiradores y lanzagranadas, así como fuego de fusilería, AK-47, AR-15 y pistolas, relató el jefe de misión.
Apoyo
Al ver el continuo asedio y que se estaban quedando sin munición, el oficial a cargo de la operación solicitó refuerzo terrestre y aéreo.
Una hora después apareció en el cielo un caza F-5, posteriormente un T-27 Tucano se mantuvo por 3 horas sobrevolando. El informante avisó que todos se habían replegado a una hacienda de Fredy Ávila Ramos que estaba a 3 kilómetros, entonces se realizó una inspección del área y se encontró un fusil calibre 30 con mira telescópica.
El equipo terrestre a cargo de la operación fue reforzado hasta alcanzar los 40 hombres. Ya reorganizados 25 se dirigieron a la hacienda número 1 de Fredy Ávila en las coordenadas en lat. 15°46’54.1” N y long. 084°51´02.8” W, donde supuestamente se habían refugiado los narcodelincuentes.
El 29 de octubre a las 6 horas los equipos rodearon la hacienda, pero todo estaba vacío, al parecer hubo fuga de información. Todo estaba caliente, había hasta comida. En esta hacienda se incautaron 6 teléfonos y 3 chips, 2 radios walkie-talkie, un radio base blanco marca Uniden y una antena, así como una bolsa con 121 piedras de crack, 2 permisos de portación de arma, 5 cédulas de identidad (3 de hondureños y 2 de mexicanos) y 1 contraseña, 1 revisión de motocicleta, fotografías y documentos.
Ante la amenaza de que se atacaría el atracadero naval de Palacio, el jefe de la misión salió con cinco elementos para reforzar esa instalación. En un rápido patrullaje por la barra de Bin Laden encontraron una embarcación tipo tiburonera que fue llevada al cayo.
Un día después el encargado del equipo regresó a la hacienda de Óscar Everest Vega para planificar llegar a la segunda hacienda de Fredy ávila Ramos. Se les informó que estaba con todos sus secuaces en las faldas de la montaña de Baltimore, que tenían 700 kilos de cocaína. El dos de noviembre la patrulla llegó a las faldas de la montaña donde se constató la existencia de la hacienda en coordenadas lat. 15°47’22.1” N y long. 084°49’19.7” W, la cual estaba abandonada, cuyo propietario dijeron era Fredy Ávila Ramos, comprobándose que se ha descombrado 240 manzanas de selva virgen en la montaña de Puhlak Bila.
El 6 de noviembre el equipo recibió la orden de destruir el tractor y de regresar a la base naval de Castilla. el jefe de la misión escribió en su reporte que es “importante este tipo de operaciones” para quitarles el espíritu de lucha a los traficantes de drogas. Este y otros informes militares revelan cómo opera el narcotráfico en La Mosquitia, una tierra de nadie.
