Tegucigalpa, Honduras
Dos meses de relación le bastaron a Plutarco Ruiz para ejercer poder sobre su novia Sofía Trinidad Alvarado, a quien terminó asesinando junto a su hermana, la ex Miss Honduras Mundo, María José Alvarado.
El control de Plutarco sobre sus víctimas fue tal que no permitía que las dos hermanas abandonaran el balneario La Aguagua, en Santa Bárbara, y cuando lo intentaron les arrebató la vida.
Fueron 24 balazos, según el estudio de Medicina Forense, que Ruiz disparó en contra de la humanidad de las hermanas. Ocho sobre su novia Sofía Trinidad y 16 contra María José, cuatro de ellos en la cabeza.
Casi de manera inmediata, Plutarco ingenió un macabro plan para desaparecer los cuerpos de las jovencitas. Bajo amenazas, pidió ayuda a los presentes para subir los cuerpos sin vida a la paila de su vehículo. Minutos después, junto con otra persona excavaron una fosa común a la orilla del río, a seis kilometros de distancia donde había ocurrido el crimen.
De acuerdo a los estudios forenses, Plutarco les echó una sustancia blanca para evitar que desprendieran mal olor. Se presume que era cal.
Al día siguiente, Teresa Muñoz, madre de las víctimas, se contactó vía telefónica con Plutarco para preguntarle por sus hijas y le respondió cínicamente que no sabía dónde estaban porque se habían ido con tres hombres.
La hombría de Plutarco era tal que en varias ocasiones prohibió a Sofía que trabajara, estudiara y hasta que se pusiera tacones.
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A medida que pasaba el tiempo, Sofía cambió de actitud. “Se comportaba de manera diferente. Ella cambió, ya no se vestía como antes, que era bien elegante y usaba zapatillas”, indicó la madre. Además, la amenazó que “si se iba para Tegucigalpa, le dijo que se atuviera a las consecuencias”.
Plutarco, de acuerdo a los vecinos de la comunidad, era un joven violento, que causaba temor a todo el pueblo. Su poder era tal que nadie le podía decir nada, ni siquiera sus propias amistades.
Todo ese comportamiento agresivo de Plutarco quedó resumido en vergüenza, en nada. Durante la segunda sesión del juicio oral que se sigue en su contra él jamás levantó la cabeza para responsabilizarse de los hechos que le acusa el Ministerio Público.
En un momento de la audiencia “Paco”, como lo conocen en Santa Bárbara, se hincó en el suelo. Al grado que el cuerpo de su defensa pidió que se le realizaran otros análisis. Sin embargo, los resultados fueron los mismos; Plutarco nuevamente estaba fingiendo. Está “haciéndose la víctima para tratar de reducir su condena”, estableció doña Teresa.
Ayer se evacuaron, entre otras pruebas, el testimonio de Corina y Teresa, hermana y madre de las jovencitas, respectivamente. Ambos testimonios coincidieron con que Plutarco Ruiz siempre fue el principal responsable del horroroso crimen.
Su hermana Corina manifestó durante el juicio que Plutarco desde antes del hecho acostumbraba a agredir a su hermana Sofía. Reveló que el interés de Plutarco no solo era su novia Sofía sino que también le interesaba su hermana, la exreina de belleza María José.
“Sofía me contó que él siempre preguntaba por María José, que si se había bañado, qué estaba haciendo”, esto ocasionó la conclusión entre los familiares de las víctimas que Plutarco estaba interesado en la ex Miss Honduras Mundo. “Después que las mató quería sacarnos de la casa y desaparecernos. Solo estábamos nosotros que lo podíamos acusar a él.
Quería buscar un espacio para sacarnos de nuestra casa”, manifestó la madre de las jóvenes. En este caso, el Ministerio Público formalizó la acusación en contra de Plutarco por el delito de femicidio. El ente acusador solicitó que se condene al imputado a 80 años de prisión por los dos crímenes. El Poder Judicial informó que en este caso ya se evacuó el 80 por ciento de la carga probatoria.
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