Más del 30% de alumnos sufren de algún tipo de acoso en las escuelas

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A pesar que las escuelas se consideran lugares seguros donde los niños adquieren los conocimientos que necesitan para salir adelante cuando son adultos, para miles de jóvenes en el país los salones de clases pueden ser una pesadilla.

Para el menor Gabriel Ochoa, de 13 años de edad, el séptimo grado es una de las etapas que no desea recordar. Tres meses antes de finalizar el año escolar, el menor sufrió un gran número de ataques por parte de sus compañeros de salón en el Instituto Gubernamental Polivalente Villa de San Francisco, ubicado en el municipio del mismo nombre al oriente del país. La situación llegó a tal punto que los padres decidieron retirarlo en octubre, a solo un mes de finalizar el ciclo escolar. Su padre, Jorge Luis Ochoa, manifestó que los estudiantes le destruyeron los útiles. “Incluso una vez llegó con la cara golpeada, acudimos a la dirección y lamentablemente las autoridades no hicieron nada y la situación continuó, los alumnos hasta destruyeron el pupitre donde se sentaba, por lo que decidí sacarlo del centro”, recordó el padre.

Esa situación la viven miles de estudiantes en el país, así lo revela un informe de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) en el que detalla que más del 30% de los estudiantes sufren de algún tipo de acoso escolar.

En la encuesta que se aplicó a cerca de 50,000 alumnos de sexto y noveno grado en algunos centros educativos de los 298 municipios del país se les preguntó con qué frecuencia habían experimentado algunas de las siguientes situaciones, obteniendo los siguientes resultados: un 30.7% de los estudiantes respondió que una o más veces, otros estudiantes rompían, escondían o robaban sus cosas; aunque la cifra bajó respecto al 2017, que fue cuando se hizo la última encuesta, los datos siguen siendo altos.

Un 19.3% de los alumnos contestó también que otros estudiantes los golpeaban o empujaban, y un 10.7% dijo que eran obligados a hacer cosas que no querían.

Los datos muestran que todavía existe una fuerte tendencia de violencia en los centros educativos que debe ser abordada por distintos sectores, entre ellos las autoridades de la Secretaría de Educación, padres de familia e instituciones de prevención de la violencia y la convivencia ciudadana.

Además, la encuesta reveló datos alarmantes sobre acoso sexual en los centros educativos, un 6.6% de los estudiantes encuestados manifestaron que una o más veces otros estudiantes han tocado sus partes íntimas o les han hecho cosas sexuales que no querían, la cifra representa que son unos 17,820 estudiantes de sexto y noveno grado que respondieron de esa manera; y si se lleva ese porcentaje a la matrícula total del país que es de más de 1.8 millones de niños y niñas se puede decir que son más de 123,000 menores que podrían estar sufriendo acoso sexual en las escuelas y colegios por parte de sus compañeros.

La cifra incrementó un 0.8% este año en comparación con los datos del 2017.

Otra de las agresiones a las que los estudiantes se ven expuestos, y que con el uso de las nuevas tecnologías aumentó, son las burlas a través de las redes sociales; el informe de la UPNFM detalla que un 13.2% de los alumnos encuestados respondió estar viviendo esta situación.

Las agresiones hacia los estudiantes por parte de otros compañeros es uno de los principales factores que inciden en el bajo rendimiento y desempeño de los alumnos, pues los menores ya no quieren asistir al centro para no seguir siendo víctimas de otros alumnos.

“Un niño que sufre de violencia es un niño que se ve afectado en su desempeño académico; su mente está más enfocada en los daños que le hacen los compañeros, que quizá en sacar una buena nota”, dijo Rusbel Hernández, director del Instituto de Investigación y Evaluación Educativas y Sociales (Iniees) de la UPNFM.

El psicólogo Daniel Menjívar explicó que el acoso escolar ocurre muchas veces porque el menor que comete las agresiones está teniendo algún tipo de dificultad dentro del hogar, ya sea con sus padres, hermanos mayores u otros.

“El menor busca de algún modo como psicológicamente canalizar o drenar eso que está sintiendo y comúnmente la forma en cómo la encuentran en la escuela es agrediendo a otros, haciéndole daño a otros, haciendo víctimas a otros”.

Cualquier forma de acoso en las escuelas y colegios deja un gran impacto en los estudiantes, por lo que es necesario tomar las medidas.

“Entre las afectaciones que tienen es que el nivel de estrés se incrementa, si hay un niño estresado, ansioso, es un niño que no va a tener el rendimiento educativo más óptimo, porque su concentración y atención no va a estar en lo que los maestros estén explicando, en la tarea que tiene que presentar, sino que va a estar con aquel pendiente de en qué momento le dicen algo, o lo molestan. También afecta a un nivel más emocional, porque llega un momento en donde las agresiones se convierten en frecuentes, el niño comienza a sentirse afectado por todo aquello que le dicen. Y un tercer elemento es la afectación de las interacciones sociales, el niño que es acosado comúnmente se excluye de los demás o los demás lo excluyen”, dijo.

Menjívar recomendó a los maestros saber identificar si está pasando una situación fuera de lo común, a los niños reportar cuando sean víctimas de acoso; a los maestros, consejeros o psicólogos, y directores para que se tomen acciones.

“Los maestros deben hablar con los padres de familia para que ellos tomen medidas dentro de casa para descubrir qué es lo que está pasando y proveer apoyo emocional a los menores, tanto a los agresores como a las víctimas”, apuntó.

Así mismo, el informe de la Pedagógica recomienda a las autoridades de la Secretaría de Educación desarrollar medidas para prevenir el acoso

Llaman a llevar casos a otras instancias como la Secretaría de Seguridad para un mejor abordaje del problema, a través de charlas a los