EL PARAÍSO, HONDURAS.- En los últimos días la frontera de Las Manos, en El Paraíso, ha sido el punto de encuentro para miles de migrantes, principalmente venezolanos, que se mantienen a la espera de recibir un salvoconducto que les permita seguir con su camino hacia Estados Unidos para llevar una mejor vida.
Los miles de ciudadanos venezolanos, haitianos, cubanos y de otras nacionalidades convergen en el Monumento de la Madre en la ciudad de Danlí bajo unas condiciones de completa insalubridad que solo reflejan la grave crisis migratoria que se vive al oriente de Honduras.
Entre esos ciudadanos que tuvieron que dejar sus países de origen y arriesgar sus vidas en una peligrosa travesía se encuentra Ana Palacios, una joven madre de familia oriunda de Caracas, Venezuela, que con amargura contó que se encuentra varada en el país desde hace tres semanas tras haberse quedado sin dinero.
Cargando a su pequeña hija en sus brazos, Ana relató que tomando el poco dinero que logró juntar dejó su país natal y emprendió una travesía que ha sido una completa pesadilla.
“Tengo un mes y dos semanas de haber salido. Aquí (Danlí) llevo tres semanas porque me quedé sin dinero en el camino. No traía mucho dinero, traía 300 dólares y vengo con mi hija y con mi nuera”, comenzó relatando la migrante.
Ana Palacios narró que a lo largo del camino han tenido que hacer diferentes pagos para poder llegar con bien y por el camino adecuado hacia su lugar de destino, sin embargo, a la hora de estar en territorio hondureño la joven se quedó sin fondos para poder continuar la ruta junto a su familia.
Desde abandonar su natal Venezuela y avanzar por el peligroso Tapón del Darién en la frontera entre Colombia y Panamá, Ana contó los diferentes pagos que ha tenido que hacer para seguir adelante junto a su familia.
“Hay que pagar para todo, hasta para entrar a la selva (Tapón del Darién) hay que pagar. A nosotros nos estaban cobrando 240 dólares por pasar a cada una, pero nosotros no los teníamos, así que pagamos 100 cada una”.
“En el Darién me caí, me lastimé la rodilla, me tardaba mucho para caminar. Hemos sufrido dolores de pierna, dolores de cuerpo, estando aquí estamos enfermos del estómago, tanto niños como adultos. Nos da vómito, nos da diarrea, nos da fiebre”, agregó con angustia.
Ana comentó que se mantiene a la espera de que su familia pueda ayudarla para poder pagar el transporte que la lleve desde Danlí hacia la frontera con Guatemala. La venezolana explicó que los pasajes tienen un costo aproximado de entre 37 y 40 dólares (casi mil lempiras).
“Nos cobraron 40 dólares para venir a Las Manos, nos estaban cobrando por persona pero no tenía y di lo único que tenía que eran 35 dólares y es una odisea porque había que hacer trasbordo y todos los buses se accidentaron”.
Salida de Venezuela
Al igual que cientos de migrantes que transitan por Honduras, Ana contó que dejó su natal Venezuela a raíz de la pobreza y la falta de oportunidades que existen en el país sudamericano. La migrante no pierde la esperanza de llegar a suelo estadounidense.
“Salimos por la necesidad, porque la plata uno la trabaja y no alcanza para la comida. Si tu trabajas y el sueldo no te alcanza tienes que salir y resolver en otro país. Si llego a Estados Unidos haré el trabajo que me salga”, dijo con una mirada esperanzadora.
En los últimos días se ha registrado un notable incremento de migrantes que mantienen abarrotada la oficina de Migración de Danlí, para solicitar el salvoconducto para poder continuar su travesía hacia Estados Unidos.
Semanas anteriores se estaban atendiendo entre 200 a 500 migrantes; sin embargo, la cifra se ha triplicado y ahora el Instituto Nacional de Migración (INM) está emitiendo más de dos mil salvoconductos diarios.
De acuerdo con cifras del INM, al menos 188 mil migrantes ingresaron a Honduras en 2022, en comparación a este 2023 que se han reportado más 222 mil migrantes, una cifra alarmante.
Son miles de migrantes provenientes de Venezuela, Ecuador, Cuba, entre otros, que ingresan al país por la frontera de Las Manos, en El Paraíso.
