Tegucigalpa, Honduras
El Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA) y el Movimiento Auténtico Renovador Campesino del Aguán (MARCA) advierten de una crisis social, económica y política si no hay solución a su crisis financiera.
Estos grupos vienen demandando una readecuación de la deuda que por 646.7 millones tienen con el Estado, a través del Banco Hondureño de Producción y Vivienda (Banhprovi). Esta deuda dejó de ser amortizada hace dos años.
Como consecuencia de esta decisión, alrededor de cien millones de lempiras ha pagado el Estado como aval solidario. La deuda del MUCA, MARCA y la empresa Marañones fue contraída con Banhprovi en el año 2013 para pagar 4,625 hectáreas cultivadas de palma africana.
Estas tierras eran de los empresarios Miguel Facussé y René Canales, con quienes el gobierno de Porfirio Lobo Sosa negoció para poner fin al conflicto agrario, el más sangriento hasta ahora.
Este conflicto tuvo su origen en 2009 cuando unas tres mil familias se tomaron 27 fincas de los aludidos empresarios agrícolas. Más de cien personas, entre campesinos, guardias de seguridad, militares, policías y jueces, han muerto desde 2009.
Los campesinos han tenido la buena voluntad de pagar, pero llevan casi dos años de negociaciones con el gobierno con la pretensión de readecuar la deuda y no se ha podido llegar a un arreglo, informó Vitalino Álvarez, portavoz de los asentamientos.
En aquel momento, sin embargo, aseguraron que suscribían sus compromisos de deuda y que iban a cumplirlos.
Dijo que hace dos meses tuvieron una última reunión con el gobierno, donde se organizó una comisión de seguimiento, pero no se han vuelto a reunir por falta de comunicación.
Lo que quieren
Los grupos campesinos aspiran a que se les amplíe el período de gracia, se baje la tasa del seis por ciento de interés y se aumente el plazo, que por ahora está fijado en 15 años.
Las negociaciones están empantanadas porque no ha habido comunicación con los delegados estatales para darle seguimiento a este problema crediticio, según el portavoz de los labriegos.
“Busquemos la solución al endeudamiento, la incapacidad de pago de deuda y la readecuación de la misma, como también del Plan de Negocio impuesto por el gobierno”, dice un documento remitido por el MUCA y el MARCA al gobierno, al que tuvo acceso EL HERALDO.
“Debemos honrar esas deudas, de lo contrario terminará el gobierno siendo responsable de ese pago, en virtud de que es garante solidario, lo cual queremos evitar con denodados esfuerzos”, advierte. El vocero del MUCA informó que, antes de suspender los pagos, amortizaron unos 90 millones de lempiras solo en concepto de intereses.
¿Por qué no pagan?
Según las condiciones del financiamiento, las empresas campesinas que forman parte del MUCA y del MARCA “de los volúmenes producidos y entregados en venta, deducirán el 40 por ciento para amortización de la deuda”.
La deuda de 646.7 millones está distribuida así: al MUCA se le dieron 327.9 (2,429.18 hectáreas); al MARCA 90 millones (667.04 hectáreas) y Marañones 228.8 millones (1,528.93 hectáreas).
Los grupos dejaron de pagar porque inicialmente se proyectaron ingresos basados en 3,100 lempiras por tonelada métrica, pero “en los años de ventas que llevan las empresas no sobrepasa los 2,100 lempiras”.
Crisis social y política
“Los compromisos suscritos están incumplidos por actuaciones y bajo responsabilidades que deben asumir ambas partes: sector gobierno y campesino”, dice el documento remitido por los campesinos al Instituto Nacional Agrario (INA).
Advierte que “esta aseveración debe provocar la reflexión, el estudio y análisis profundo de la problemática, no con miras a acusarse mutuamente, al contrario, buscando con interés nacional la solución de la crisis económica, social y política que se está provocando”.
Los campesinos aún siguen reclamando al Estado las 7,000 hectáreas restantes que están plasmadas en el acuerdo que en el año 2010 puso fin a las tomas de tierras.
También quieren que el Estado abone al capital de la deuda de 89.6 millones que ellos han invertido en “infraestructura social”, que es responsabilidad del Estado y no ha cumplido.
Sospechan de trasfondo político y promesa de condonación
Fuentes estatales consultadas por EL HERALDO revelaron que los campesinos estarían esperando un cambio de gobierno porque supuestamente les han prometido que les condonarán la deuda.
Aunque no dejan de tener razón al alegar que la económica es la principal causa por la cual dejaron de pagar, a algunos sectores del gobierno les preocupa que la política se mezcle con el problema agrario.
Esta claro que los campesinos en su mayoría simpatizan con el partido Libertad y Refundación (Libre), en cuyas planillas han figurado algunos dirigentes como candidatos a diputados por Colón.
El gobierno actual no está en condiciones de condonar la deuda, tampoco en reducir la tasa de interés del 6% porque es una tasa preferencial, la más baja del sistema bancario.
Sí está el gobierno en condiciones de ampliar el techo y el período de gracia, pero es parte de la negociación, según la fuente consultada.
Las condiciones del préstamo negociadas hace cuatro años establecían un precio por manzana de 135 mil lempiras, al 6 por ciento anual y con un período de gracia de dos años.
En varias ocasiones, los campesinos del Aguán se han reunido con las autoridades agrarias, pero no han habido soluciones. No se descarta que las negociaciones se reactiven después de Semana Santa.