Tegucigalpa, Honduras.-El Gobierno nicaragüense condenó "con fuerza la criminalización de nuestros hermanos migrantes" por parte del Gobierno de Donald Trump, quien prometió llevar a cabo la mayor campaña de deportación de la historia de Estados Unidos.
"Condenamos con fuerza la criminalización de nuestros hermanos migrantes, así como el indigno y bochornoso trato que están recibiendo", enfatizó el canciller nicaragüense, Valdrack Jaentschke, durante la reunión de cancilleres el martes en el marco de la IX Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que se celebra en Honduras.
En un discurso compartido este miércoles por el Gobierno que preside Daniel Ortega junto con su esposa, Rosario Murillo, quienes no asistieron al cónclave, el jefe de la diplomacia nicaragüense también abogó por el retorno seguro de los migrantes venezolanos detenidos en El Salvador.
"Coincidimos con la legítima exigencia del Gobierno Bolivariano de Venezuela por el retorno seguro de los hermanos venezolanos migrantes", indicó el canciller nicaragüense, quien planteó por primera vez ese tema durante el XXV Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), celebrado a finales del mes pasado en Venezuela.
"Expresamos nuestra solidaridad con los familiares de todos los hermanos migrantes secuestrados y encarcelados, negándoles todos sus derechos y exigimos su retorno inmediato a Venezuela", añadió.
Estados Unidos, a través de su embajada en Nicaragua, invitó la semana pasada a los nicaragüenses indocumentados, así como a otros extranjeros en esa condición y que se encuentran en ese país a "autodeportarse" usando la aplicación CBP Home, y les advirtió que si no lo hacen los buscarán, los hallarán, los deportarán y "nunca podrán regresar".
Entre las consecuencias que un indocumentado decida no "autodeportarse", EE.UU. afirmó que será arrestado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) sin tener la oportunidad de poder hacer ningún arreglo de antemano, y será deportado inmediatamente.
Además, se le impondrá una multa de 998 dólares por día si recibe una última orden de deportación y decide quedarse.
También una multa de entre 1.000 dólares a 5.000 dólares si no se autodeporta después de haber dicho que sí lo haría.
Si no se autodeporta, será sujeto a tiempo en prisión, y tendrá prohibido de regresar a los Estados Unidos por el sistema legal de migración.
Cerca del 20 % del total de la población nicaragüense, calculada en 6,85 millones, vive en el extranjero, principalmente en Estados Unidos y Costa Rica, y se estima que la mitad de ellos lo hacen indocumentados.