NOTA DE REDACCIÓN
Honduras conmemora hoy el día dedicado al niño. Detrás de cada sonrisa angelical hay cifras dulces y amargas que muestran que al país le queda aún un largo camino por recorrer. EL HERALDO rinde este día un merecido homenaje a esos pequeños que en cada amanecer ven la luz de la esperanza. Las páginas del diario líder en periodismo de investigación, de profundidad y de vanguardia se abren a nuestros pequeños para difundir desde nuestras diferentes plataformas su voz, que es nuestra voz.
Tegucigalpa, Honduras
Los 3.7 millones de menores de 18 años que tiene Honduras -51% niños y 49% niñas- cada día esperan un mañana mejor.
La inversión gubernamental de más de 13 mil millones de lempiras anuales en gasto social en niñez aún son insuficientes para el bienestar de los menores, que siguen siendo severamente golpeados por una educación sin amplia cobertura y sin calidad, por la mortalidad infantil, la desnutrición, la violencia, el trabajo infantil y la migración.
Según Manuel Capellín, asesor de la Dirección de la Niñez y la Familia (Dinaf), aproximadamente el 50 por ciento de la población hondureña está compuesta por niños, “estamos hablando en términos globales de cerca de cuatro millones de habitantes”.
De esta cantidad de niños, “alrededor del 60% viven en condiciones de vulnerabilidad, en condiciones precarias, muchas en condiciones de desamparo, de abandono, de explotación laboral, usados en el tráfico de droga, en el narcomenudeo, niños que se están yendo a otros países; de hecho ahorita estamos viendo las consecuencias con esta gran cantidad de niños que son deportados”, reflexionó Capellín.
Según él, la situación de la infancia en Honduras se ha venido deteriorando en los últimos años, y es un proceso que tiene que ver con políticas económicas, o la ausencia de políticas de Estado que protejan a la infancia para que esta pueda vivir y estar mejor.
A su criterio, las autoridades y la sociedad ya no deben quedarse nada más con el diseño de políticas de atención a la infancia, porque las hay y son buenas desde el punto de vista teórico, lo que falta es ponerlas en práctica, darles seguimiento, tomar decisiones que vayan más allá de los cuatro años de gobierno, una visión a más largo plazo.
En términos globales, hay mucho por hacer, “estamos en una situación que no es la mejor para los niños, pero yo tengo esperanzas porque se está tratando de ir por buen camino. Organizaciones de la sociedad civil están trabajando muy bien, el Estado tiene que vincularse más con ellas para caminar juntos”.
La situación de la niñez no solo es un problema de gobierno, “es de todos nosotros, de la familia, de la escuela, de la iglesia y de la comunidad. Si no hay unidad para abordar la problemática, vamos a seguir hablando de estas cifras escandalosas que no abonan a la condición de ser niño en este país”, reflexionó Capellín.
Honduras se aproxima a la universalización de la primaria
Aunque la tasa de cobertura de la educación primaria ha crecido en los últimos años hasta superar el 93 por ciento, es poco probable que Honduras cumpla con la universalización de la educación primaria en 2015, una meta que se propuso como país suscriptor de la Declaración del Milenio en 2000.
De acuerdo con diversos informes sobre los logros de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), Honduras ha realizado grandes esfuerzos para lograr la universalización de la educación primaria, acercándose a su cumplimiento de cobertura con una matricula de aproximadamente 1.5 millones de niños matriculado en este nivel. Aunque el año pasado los escolares recibieron, después de muchos años, los 200 días de clase, aún está pendiente el tema de la calidad, así como una mejor atención a la educación prebásica, pilar fundamental para un mejor desempeño de los niños en la primaria.
De acuerdo con datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), entre 1995 y 2009 el porcentaje de niños y niñas que entraron al primer grado y llegaron al sexto grado se incrementó en 19 puntos porcentuales. Esto se debe a una baja en los niveles de reprobación en el primero y segundo ciclo de la educación básica. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer para universalizar el logro de que todos los niños y niñas que ingresan al primer grado puedan llegar al sexto grado.
Sigue lucha por vencer mortalidad infantil
La mortalidad infantil en menores de cinco años varía en Honduras de acuerdo a sus regiones, pero las promediaciones, según algunos informes nacionales e internacionales, revelan que la mortalidad infantil cayó a 24 por cada mil nacidos vivos.
En su acuerdo con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, Honduras se había comprometido reducir este problema al 2015 a una tasa de 16 por cada mil nacidos vivos.
A pesar de que esta situación sigue siendo alta, en los últimos años ha venido en descenso gracias a las efectivas campañas de vacunación, a los avances en los servicios de atención sanitaria, a la terapia de rehidratación oral, el control de salud de los niños y niñas, las atenciones durante el embarazo, parto, posparto y puerperio, así como al mejoramiento en los niveles de disponibilidad de agua potable y saneamiento básico.
Los niños con madres con poca educación están en mayor riesgo de morir antes de llegar a los cinco años.
Desnutrición de algunos niños inicia en el vientre materno
Unos 300 mil niños, equivalente al 23 por ciento de la población infantil, presentan problemas de desnutrición en Honduras, según registros la Encuesta Nacional de Demografía y Salud-Instituto Nacional de Estadística (Endesa-INE) 2011-2012, que es el dato más reciente con que cuenta el país.
La severa desnutrición afecta el crecimiento corporal y mental de los niños, principalmente en el área rural.
La encuesta establece que en Honduras “la desnutrición crónica es ligeramente mayor en niños que en niñas (24 y 21 por ciento,respectivamente) y aumenta rápidamente con la edad, desde un 10 por ciento para los menores de 6 meses hasta alcanzar el 29 por ciento en los que están entre los 36 a 47 meses, mostrando los efectos acumulativos del retraso en el crecimiento”.
La desnutrición crónica también afecta más a los niños cuyas madres tuvieron la percepción de que fueron muy pequeños al nacer, con 56 por ciento, y a los percibidos como simplemente pequeños con 38 por ciento.
Según el estado nutricional de la madre, los niños de madres delgadas son los más afectados (32 por ciento) con talla deficiente para la edad, frente al 27 por ciento de los hijos de madres con peso normal.
Los menos afectados con la desnutrición crónica son los niños de madres con educación superior, pues solo el 3 por ciento de ellos sufren retardo en su crecimiento, frente al 48 por ciento de los niños con madres sin educación y un 38 por ciento de los niños de madres con primaria incompleta.
Trabajo lacera desarrollo integral de los niños
Alrededor de 371,386 niños entre 5 y 17 años están integrados al mercado laboral, según los últimos datos de la Encuesta de Hogares con Propósitos Múltiples del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
De esta cantidad, el 41.34% lo está haciendo por debajo de la edad mínima de admisión al empleo. Según el Ministerio de Trabajo, el 40% de esos infantes tienen menos de 14 años y un 35% pertenecen a la zona norte. De acuerdo con Manuel Capellín, asesor de la Dinaf, Honduras ha firmado convenios para abolir las peores formas de trabajo infantil, pero una cosa son las leyes y otra cosa es la práctica. Para ver a los niños trabajadores, solamente hay que detenerse en los semáforos o cuando comienza la cosecha de café, afirmó.
Migración, otro problema en la niñez
La migración infantil es otro problema que surgió en el país a partir de los dos últimos años. El gobierno estimó que entre 60 y 70 niños estaban abandonando diariamente Honduras rumbo a Estados Unidos.
Según la Embajada de Honduras en Washington, en lo que va del año fiscal en Estados Unidos, es decir del 1 de octubre hasta el pasado mes de mayo del 2014, más de 13 mil menores de edad hondureños ingresaron a territorio norteamericano. Aunque el gobierno únicamente encausó el problema en factores de violencia, gran parte de los niños viajaron con fines de reunificación familiar. Algunos de ellos lograron el objetivo, otros están detenidos en albergues y otros ya fueron deportados, produciendo un impacto en la vida de estos pequeños migrantes.
Violencia también golpea a la niñez
Diversas formas de violencia golpean con crueldad a la población menor de 18 años. El gran problema es que los niños adolescentes y jóvenes no tienen acceso a educación y a trabajo digno, y al no tener oportunidades son fáciles presa del crimen organizado, señaló Héctor Espinal, jefe de prensa de la oficina del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Honduras. Por su parte Manuel Capellín, asesor de la Dinaf, agregó que una gran cantidad de niños y adolescentes también sufren violencia física y psicológica tanto en el seño familiar, en la escuela, en el colegio y en la comunidad.
Según él, “los datos de violencia son tremendamente altos, un promedio de dos niños o menores de 18 años mueren diariamente en Honduras por esta causa”.