Las implicaciones del contrato entre el gobierno y la concesionaria Aeropuertos de Honduras para la construcción del aeropuerto en Comayagua encendieron las alarmas entre los empresarios capitalinos, quienes exigen al gobierno transparencia en la nueva negociación.
La Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT) manifestó su rechazo al inminente cierre del aeropuerto internacional Toncontín, implícito en el contrato, aunque aclaró que la institución no se opone a nuevas inversiones.
“Nosotros estamos exigiendo transparencia, queremos conocer los detalles del contrato, cómo fue negociado y cuáles fueron las condiciones”, indicó Miguel Mourra, presidente de la CCIT.
La Cámara exige la socialización del contrato a firmar porque “los sectores interesados de la ciudad capital aún no lo conocemos”, dijo Mourra.
“Nos preocupa que se esté especulando sobre qué puede pasar o qué no puede pasar al firmar el contrato y sobre todo nos preocupa que el gobierno esté aceptando aumentar sus cargas”.
Aseguró que como CCIT, los empresarios han sido críticos a la burocracia del gobierno y han señalado que debe reducir gastos, “y con lo que hemos escuchado, el gobierno estaría asumiendo más carga, más empleos”, subrayó.
El contrato, que iba a ser firmado hoy, implica la ampliación por 20 años a la concesión de los aeropuertos, por lo que InterAirports administrará las terminales de Tegucigalpa, San Pedro Sula, La Ceiba, Roatán y Comayagua hasta el año 2040.
Mourra señaló que si la firma se realiza sin previa socialización, los sectores interesados en el futuro del aeropuerto Toncontín se reunirán para analizar las posibles estrategias que seguirán ante dicha situación.
Por su parte, Mario Bustillo, director ejecutivo de la CCIT, aseguró que el cierre del aeropuerto significará la ruina para la capital del país.
“Si cierran Toncontín, prácticamente la ciudad capital se muere”, categorizó al recordar los efectos del cierre del puerto aéreo durante 13 días en 2008, “fueron más de 4,000 millones de dólares el impacto que tuvo en la capital”.
Los empresarios piden un estudio socioeconómico que mida el impacto real que tendrá la capital en caso de que se cierre el aeropuerto Toncontín.